“Hay que matar a los infieles” afirmaba el musulmán radical o mejor dicho el terrorista Driss Oukabir Soprano —uno de los que participó en la matanza de Barcelona—. Pero esto no es nuevo para quienes estudiamos el oscuro universo religioso en el que se encuentra atrapada la humanidad. Pero si debe ser motivo de preocupación para un continente como Europa en el que el terrorismo islámico está a la orden del día. Esos, y no quiero generar pánico, no son los únicos emisarios locos del grupo armado ISIS que están dispuestos a dar la vida por su fe.
El Corán, el libro sagrado del Islam, contiene textos en los que se incita a matar a los infieles, que no son otra cosa que todos aquellos que no profesan esa religión. Y quizás, casi con absoluta certeza, en ellos se fundamentaron los asesinos de Barcelona. La Sura 9:123 es muy clara: “¡Creyentes! ¡Combatid contra los infieles que tengáis cerca! ¡Que os encuentren duros! ¡Sabed que Alá está con los que Le temen!”.
Pero en Occidente no estamos a salvo de los creyentes extremistas. En Estados Unidos, en Charlottesville (Virginia) por estos días reapareció un grupo de supremacistas blancos denominados el Ku Klux Klan, conformado por cristianos ultraderechistas que propende, entre otras cosa, principalmente por el exterminio de la raza negra.
El cristianismo, al igual que el Islam, promueve la violación de los derechos humanos. Leamos, por ejemplo, Levítico 20:13. Allí, se afirma que hay que asesinar a los homosexuales, y en Deuteronomio 22:13-21 se les ordena a los fieles cristianos que hay que matar a pedradas a las mujeres que no lleguen vírgenes al matrimonio. Por otro lado, el Corán (4:16) los homosexuales sufren un castigo igual: muerte por lapidación.
La Biblia, contrario a lo que afirman sus seguidores, tiene 101 contradicciones que se pueden ver en la página web del Nureislam. Entonces no es tan exacta como le hacen creer a los fieles en las miles de iglesias que pululan a lo largo y ancho de la geografía colombiana.
El fanatismo religioso es absurdo y deja hechos lamentables, execrables y repudiables desde todo punto de vista como el cometido por ISIS en Barcelona.
En Colombia, un país en el existen más iglesias que escuelas y hospitales, afortunadamente no se ha presentado un atentado terrorista como el ocurrido en España, pero aquí padecimos algo peor: La Conquista.
La Conquista fue una época en la que los cristianos masacraron a nuestros ancestros, en la que se apoderaron de sus tierras, quebraron sus dioses, se robaron su oro, violaron a sus mujeres y aniquilaron su cultura, y lo peor de todo es que los hicieron esclavos, no solo físicos sino que algo peor que eso: los convirtieron en esclavos de la fe.
Ver: El terrorista del atentado en Barcelona: "Hay que matar a los infieles"