Hoy me sentí indignada, ¿desde cuándo una mujer o un hombre por casarse con un personaje famoso se le desconocen sus esfuerzos, sus logros, su formación?
En este caso, desde antes de los 11 años Daniela Ospina es jugadora de voleibol. Ha estado en equipos de Itagüí y Sabaneta, y a simple vista en sus apariciones se puede apreciar que tiene un cuerpo atlético. Sin embargo, pese a esto es criticada, porque sí y porque no.
Teniendo un hermano futbolista tuvo la posibilidad de conocer a James Rodríguez antes de que este fuese fichado por algún club internacional. De hecho, iniciaron una relación tan normal como cualquier otra. No obstante, la carga mediática se hizo más densa debido al fichaje de su esposo en un club de fútbol muy reconocido.
Para cualquier familia es totalmente natural que una mujer decida simplemente atender a su hija, bien sea por disfrutar la crianza (claramente hoy en día es un lujo que no se lo da cualquiera) o simplemente porque quién es mejor que la mamá para estar al cuidado de su hijo (vale la pena resaltar que hay hombres que también lo hacen). Estas mujeres que deciden quedarse con sus hijos perfectamente pueden tener una formación profesional y laboral, pero aún así deciden dedicarle el tiempo para el cuidado de estos.
Este es el caso de Daniela, quien decide atender a su hijita, y pese a toda la responsabilidad e inversión de tiempo que implica la crianza, cursa una carrera profesional a distancia (para los que no lo saben cursar una carrera a distancia implica una dedicación importante y una fuerza de voluntad increíble pues no se debe asistir a clase en un aula presencial, sino que se debe organizar voluntariamente las horas de estudio desde el lugar en el que se esté para cumplir con cada una de las responsabilidades de las materias), y aun así también debe seguir siendo esposa e hija.
Ella perfectamente se pudo haber quedado sentada teniendo niñeras y empleadas que cubriera todo lo que necesitara, pero en vez de esto se le ve con su hija sola de arriba abajo, e inscrita una vez más a un equipo de voleibol, sumándole más horas de responsabilidad.
Sumado a esto es imagen de marcas reconocidas (y ser imagen también es trabajo no es solo vanidad), muchas modelos luchan toda su vida para lograr serlo. Además, tuvo la posibilidad de bailar en un reality y sin ser experta lograr reconocimiento por sus actuaciones y ganarse el cariño de sus compañeros (esto puede apreciarse en Instagram).
Claramente tiene cambios en su cuerpo que a mi parecer no cambian mucho su aspecto físico anterior, pero de igual manera es criticada, como si una mujer por madre debiera simplemente deteriorar su aspecto físico o simplemente como si no tuviera derecho a hacerse los retoques que quisiera. Es claro que no es una mujer voluptuosa, pero en definitiva es mujer atlética, alta, armoniosa y feliz. Señores, fue la que le gustó a James en su momento.
Ahora toman la decisión de separarse, porque sí señores, el amor se acaba o se transforma y en este caso ella quiere seguir construyendo sus proyectos y dejar que su ex siga con los suyos. Por eso, emite un comunicado donde dice que terminan en buenos términos y a cambio de esto la lluvia de críticas no cesa. Estas la tratan de aprovechada y oportunista, porque está en Colombiamoda en este momento.
Me pregunto yo o más bien le pregunto a la gente, ¿por qué no aprovecharse de todo el circulo mediático que tanto la ha criticado para contarles que son felices pese a esta decisión, que ella no solo se separa sino que también hace parte de una empresa y que va a salir adelante? Cómo le cuesta a la gente quedarse con verdades sin finales felices.
Y no dejemos de lado la separación de bienes, a la gente se le olvida que eso pasa en los matrimonios. Así el hombre o la mujer no aporten económicamente tienen derecho de compartir estos bienes, más si hay hijos, además, ¿por qué no hacerlo si han trabajado de la mano para formar una sociedad? Con ese mismo amor que tuvieron deben dividir lo que han construido para el bienestar de los tres.
Es más fácil sentarse a criticar de forma cruel y arrogante, se les olvida reconocer los esfuerzos y logros del otro.
