Quizá muchos nacionales desconocen la verdadera trascendencia que en su vida cotidiana tiene el trabajo científico que despliega el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) para proteger y promover la salud de ellos, 49 millones de colombianos expuestos a toda clase de males –valga decirlo— por cuenta de lo que consumen.
Trascendencia científica que sí le consta a entidades como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que, como un reconocimiento al trabajo de esa entidad colombiana, publicó en su reconocida Revista Panamericana de Salud Pública, como Informe Especial, la explicación rigurosa del exitoso “Modelo para la Inspección, Vigilancia y Control con Enfoque de Riesgo”, artículo escrito por el director del INVIMA, Javier Humberto Guzmán Cruz, y el Asesor en Gestión del Riesgo, Álvaro Aroca Collazo.
Y es que en 2014, el INVIMA diseñó e implementó una guía o modelo de inspección, vigilancia y control “con enfoque de riesgos” –que es distinto al de cobertura— que evalúa matemáticamente los productos de más de 13 mil industrias colombianas.
En total 1.800 productos alimenticios, médicos, cosméticos, farmaceuticos, cárnicos se comenzaron a evaluar con el ingenioso método creado por el INVIMA.
Modelo que es tan riguroso que utiliza ecuaciones matemáticas y métodos estadísticos para la valorar el riesgo sanitario, estableciendo una clasificación (ranking) de establecimientos de mayor riesgo, algo que se vuelve fundamental para la priorización de las visitas de inspección y la vigilancia sanitaria.
Pero, ¿qué logró este modelo que se conoce como IVC-SOA?
Uno, aumentó el porcentaje de efectividad en el control sanitario, lo que se tradujo en una mayor cantidad de medidas sanitarias debido a una mejor selección de los establecimientos a inspeccionar con base en sus perfiles de riesgo. Y, dos, aportó a los esquemas de vigilancia sanitaria en Latinoamérica el término “calificaciones de riesgos” por productos e industrias, algo que cambia el panorama sanitario para bien.
El resumen, el éxito de este modelo es, sin duda, que se fundamenta en conceptos matemáticos y estadísticos aplicados a la valoración del riesgo sanitario.