Tahití es un pequeño país isleño de 200.000 habitantes perteneciente a la Polinesia Francesa. Su reputación en este lado del mundo es poca, sin embargo en las últimas semanas el deporte tahitiano ha dado mucho de qué hablar.
La selección de fútbol de Tahití se encuentra en Brasil jugando la Copa Confederaciones de la FIFA, el torneo premundialístico que reúne a las selecciones ganadoras de sus respectivos torneos continentales, el ganador de la Copa Mundial y el equipo sede del siguiente mundial. Justamente en la presente edición, por primera vez desde que existe este torneo, cuatro selecciones campeonas del mundo participan en una misma edición (España, Brasil, Italia y Uruguay). Además de las ya mencionadas, participan Nigeria, México y Japón. Tahití hace parte de este selecto grupo al coronarse campeón de la Copa de Oceanía 2012, en una final remota en la que derrotó 2-1 a la selección de Nueva Caledonia.
Lo curioso de este hecho es que la selección de Tahití cuenta solamente con un jugador profesional en toda su plantilla, Marama Vahirua, jugador del Panathinaikos griego. Su participación en esta copa lo ubica como el segundo equipo en la historia de la Confederación de Fútbol de Oceanía en jugar un torneo oficial FIFA de mayores (el otro es Nueva Zelanda). En su historial se encuentra su participación en la Copa Mundial Sub-20 de Egipto 2009, en donde acabó derrotada por Venezuela (8-0), Nigeria (5-0) y España (8-0).
El equipo ya hizo su debut en este torneo, 6-1 contra Nigeria, que aunque parece un resultado humillante ha sido uno de los mejores partidos de Tahití en la historia. El gol que marcó Jonathan Tehau en el minuto 54 de cabeza fue celebrado como un título copa mundial y será recordado como un gol histórico para el pequeño país oceánico. Su rival de hoy será nada menos que España, a las 2:00 pm. Los jugadores deben sentirse privilegiados de jugar contra el mejor equipo del planeta y aunque todos conocemos el resultado de este partido, para los jugadores tahitianos un gol contra el campeón mundial será el logro más grande de su historia y la mejor recompensa de esta participación épica.
Nota ciudadana.