Nada se compara a la sensación de levantarse un lunes luego de ganar un clásico. Santa Fe venció 1 a 0 a Millonarios ayer en un partido que no permitió la entrada de hinchas rojos. Sin embargo, la victoria no se sintió tan bien como en otras ocasiones. Creo que se debe al artículo de El Espectador en el que revelaba el presunto caso de violación de una trabajadora sexual durante la celebración de la Superliga de este año en el hotel Dann Carlton.
Según la nota del periodista Norbey Quevedo, la mujer se encontraba teniendo relaciones con un jugador cuando llegaron seis más indicando que querían ‘unirse’, a lo que ella se negó. Sin embargo, a ellos no les importó y abusaron de ella. “Me cogían fácil, como un muñeco, me volteaban de todas las formas (...) y cada uno lo hizo conmigo. Yo no quería, pero no me dejaban ir”, dice el artículo que tomó como fuente la denuncia realizada ante la Fiscalía.
Del asunto se supo por los clásicos chismes del periodismo deportivo, porque generalmente no son capaces de dar una fuente, todo siempre es un ‘voz a voz’ inverificable. El Espectador fue el único medio que se dio a la tarea de indagar luego de que Iván Mejía hablara de ello en el programa radial El Pulso del Fútbol, y si bien el diario cometió errores al presentar la noticia (cómo titular ‘fiesta sexual’ a un caso presunto caso de violación y darle mayor importancia a lo deportivo al inicio del artículo), de no ser por su labor nada de esto se sabría.
El asunto se complica aún más porque se dijo que a las directivas del club poco les importó lo ocurrido, decían que era algo de la vida privada de los jugadores y nada tenía que ver con el equipo. Por la presión mediática y de la gente en las redes, Santa Fe emitió un comunicado esta semana en el que la institución se comprometía a colaborar con las autoridades y declaraba su respeto hacia la mujer. El Presidente de Santa Fe, Cesar Pastrana, pasó de no responder a desconocer el hecho, aunque se dijo en su momento que lo había encubierto.
Se dijo en días pasados que el club o los jugadores le habían pagado una suma para que la trabajadora sexual no hablara, pero de acuerdo con Fidelia Suarez, la representante del Sindicato de Trabajadoras Sexuales (Sitransexco), "Jugadores del Santa Fe no han pagado". Además, en su entrevista a Revista Semana, se lee que la víctima solicita el pago por lo servicios ofrecidos mientras cursa la denuncia por la presunta violación. Lo que no queda claro es si pide una indemnización adicional, ya que el sindicato no tiene conocimiento de ese aspecto.
El único jugador que está identificado es Carlos Arboleda, de los otros seis no se sabe nada (teniendo en cuenta que el relato dice que ella estaba con uno y luego ingresaron seis). Iván Mejía ha mencionado algunos nombres en su programa a manera de rumor, porque no dice de donde obtuvo esa información. Otro ‘voz a voz’ inverificable. Los jugadores que él menciona no están en Santa Fe y solo uno está en el país: Jonathan Gómez está en el São Pablo de Brasil, el ‘Trenecito’ Valencia está en el Feirense de Portugal y Johan Arango está en el Once Caldas.
Curioso que sean estos los presuntos implicados, sea verdad o no la acusación. ¿Y por qué no dar otros nombres? Además de Arboleda deberían quedar otro(s) en el equipo bogotano. Falta de rigurosidad periodística de nuevo.
Aquí me surge otra duda como hincha: ¿sabían todos los otros jugadores del equipo lo que había ocurrido? De momento no tengo manera de aseverarlo o negarlo. El técnico llegó en mitad de año, al igual que el equipo técnico, y hay nuevos jugadores que les está tocando aguantarse esto por la culpa de otros.
Como hincha me siento en conflicto, porque sí me alegré por la victoria de ayer. Sin embargo, ¿si alguno de los que jugó hizo parte de este lío y se comprueba que la violación fue verdad? Me imagino que el equipo tendrá que tomar decisiones, creo que lo mejor sería sacarlos del equipo.
Tendrán que pagar su deuda a la sociedad, pero estoy casi seguro que ocurrirá lo que pasa en casos similares: pagan multas y hacen algún tipo de acuerdo. Los jugadores y exjugadores colombianos de fútbol se han acostumbrado a protagonizar escándalos: ‘Bolillo’ Gómez, ‘El Tigre’ Castillo, Pablo Armero, entre otros casos. ¿Qué pasó con ellos? Fueron noticia, rechazo en el momento y nada más. Algo más debieron hacer antes de seguir con su vida, son personajes públicos y eso siempre les otorga mayor responsabilidad en sus actos.
Yo creo que las personas merecen segundas oportunidades, de lo contrario no estaría de acuerdo con el Proceso de Paz, pero también pido que las personas paguen por sus actos, y esto no significa que la cárcel sea lo mejor opción; ‘Popeye’ estuvo en prisión por sus crímenes y creo que su manera de pensar no se cambió mucho; varios paramilitares estuvieron encerrados y salieron a delinquir.
No obstante, antes de hablar de perdón y penas se debe saber qué pasó realmente. Antes de este caso nadie miraba a los jugadores de Santa Fe y decía “violadores”. Además, sin saber quiénes son los verdaderos culpables y qué tan involucrados pueden estar los demás miembros del plantel, gritarlos me parece un acto irrespetuoso e irresponsable.
PD: Ayer muchos hinchas de Millonarios llamaron “violadores” a los jugadores en sus cánticos. El gol de Juan David Valencia los puso en su lugar. Eso quedó saldado.
