En la carretera Tumaco-Pasto, cerca de Llorente, un corregimiento que se creció con la bonanza cocalera y ha sobrevivido a los galones de glifosato que le ha llovido desde los tiempos del Plan Colombia, está La Variante, que marca la entrada a la Zona veredal Daniel Aldana de las Farc. El camino que conduce a La Playa, un cruce de caminos y comercio de las veredas cocaleras sobre el rio Mira, es un transitable bastante firme gracias al trabajo de 300 guerrilleros y milicianos que han llegado de distintas partes del pais, trabajaban bajo el mando de uno de quien fuera uno de los comandantes más duros de las Farc: Henry Castellanos, Romaña.
La ruta está marcada por "habladores" tamaño natural. con las imágenes de los héroes Farianos: Marulanda, Jojoy, Simon Trinidad; muchos Marulandas en distintas posiciones. No hay retenes, ni requisas, ni preguntas. A la entrada del campamento está Romaña, inevitablemente recordado por las temerarias pescas milagrosas, retenes y secuestros en la via Bogotá -Villavicencio. La impronta de la guerra permanece en los pantalones camuflados y las botas que contrasta con una camiseta ceñida al cuerpo con el el logo de Armani.
Nada que ver con el comandante de boina roja, que apareció como parte de la guardia personal del Mono Jojoy, aquel 7 de enero de 1999 recodado por la silla vacía que dejó el entonces comandante de las Farc Manuel Marulanda Velez al lado del Presidente Andrés Pastrana en la tarima de la plaza de San Vicente del Caguán en la cita para dar inicio al proceso de paz que resultó fallido. Han pasado ya casi diez años pero sobretodo se firmó la paz.
Romaña lleva diez dias sin fusil. Hace seis meses se trasladó al Pacífico, desde los Llanos de Yari donde permaneció la mayor parte, sino la totalidad de los cuarenta años de vida guerrillera. Llegó a Tumaco, donde la guerrilla ha estado desde hace treinta años, con un solo propósito : volver realidad el proyecto civil de las Farc. Y va avanzando, como contó.