La gente que andaba con Jesús era de la peor calaña. El salvador de la humanidad dijo que él no había venido a traer paz, sino la espada. Vino a dividir al hijo del padre, la madre de la hija y la nuera de la suegra. Se rodeó de la tropa más vil y despreciada, de los doce apóstoles. Jesucristo era un incendiario y un pirómano. Sin embargo, la justicia romana nunca logré demostrarle nada en absoluto. Era el mesías de aquel entonces.
El mesías se cree un súper humano y ese es precisamente su talón de Aquiles. Pensar que es un ser humano fuera de serie y de época. Creer que él es la ley.
El senador Álvaro Uribe Vélez fue a Grecia a convencer a los europeos de que Colombia está peor que antes. Estuvo en España y dio a entender que Colombia va hacia el abismo.
Eso no le queda bien a una persona que fue Presidente de la República durante dos períodos de gobierno. Me atrevo a pensar que le falta grandeza e inventiva a la hora de expresar sus incoherencias. Un Presidente no es cualquier persona. Y menos en Colombia, donde se presupone que ya sabemos quién nació para ser presidente y quién nació para ser barrendero, como escribió William Ospina.
¿Qué pensará el mundo? ¿Qué dirán los europeos? ¿Qué hacemos los colombianos?
A los ciudadanos de las naciones ricas y cultas no se los puede engañar como a los niños pequeños. Además, los colombianos no somos estúpidos. No nacimos desprovistos de inteligencia.
Si Colombia vive en un caos, los expresidentes Uribe y Pastrana no pueden abstraerse de tener cierta responsabilidad. ¿Por qué no crearon mecanismos fuertes que permitieran la continuidad de políticas serias de Estado en beneficio de la mayoría de los colombianos?
Hay muchas preguntas que les resultan incómodas al expresidente Pastrana y al senador Uribe. Su rostro cambia de color y nunca las responde con serenidad.
No hay que olvidar que el presidente Juan Manuel Santos fue su Ministro de Defensa Nacional. No hay que olvidar que el presidente Santos no tiene carisma de líder político. Tampoco hay que olvidar que Juan Manuel Santos no hubiera llegado a la Presidencia de no haber sido por el apoyo del senador Uribe. Hoy se siente estafado.
Los colombianos todos nos sentimos estafados, pues todo el mundo promete en campaña, pero nadie cumple cuando llega al poder.
Que alguien les explique a los colombianos cómo confiar en otro candidato que tenga el aval del Honorable Senador. ¿Qué tal que el candidato se tuerza como el hierro cuando aumente el calor de la política colombiana?
Así como el expresidente Uribe no volverá a confiar más en el presidente Juan Manuel Santos, yo creo que muchos electores tampoco volverán a votar por un candidato respaldado por él.
Los expresidentes de Colombia tienen la obligación de analizar, revisar y mejorar su comportamiento, porque parece que hablaran sin conectar su lengua al cerebro. La falta de coherencia es inmensa.
El expresidente Andrés Pastrana estaba en desacuerdo con la actitud del senador Uribe. A Pastrana parecía no gustarle Uribe, quiero decir, su forma de gobernar, su gobierno en sí.
Ahora todo ha dado un viraje de 180 grados. Ahora se han unido y tratarán de reconquistar Colombia con un discurso trasnochado. ¡Basta ya de lo mismo!