Cuando usted llegue a las urnas en las futuras elecciones, usted no tendrá que decidirse por cinco, diez o cincuenta candidatos, solo dos opciones están disponibles para elegir.
Anteriormente cuando se avecinaba la contienda electoral se identificaban varios partidos, distintos colores, un sin número de propuestas y candidatos, los cuales ofrecían aun lo que no tenían, ni podían hacer. Y a todos les creíamos, por ello votamos por ellos todos estos años. Sin embargo, hoy, en la enmarañada corriente de la información, solo se ven en el panorama dos opciones, y esto ocurre no solo a nivel nacional, sino también en el marco mundial.
Cuando me refiero a las dos opciones hablo sencillamente de dos bandos, los que promueven la vida y los que promueven la muerte. Si estas son las dos opciones ¿por cual se decidirá usted en las próximas elecciones?, ¿vida o muerte? Esto decidirá el voto de los colombianos.
Los que promueven la muerte son los que no permiten que el ser humano nazca, los que abanderan los programas abortistas, los que impiden el desarrollo de un nuevo ser en el vientre de su madre, los que no les dan derecho al no nacido, los que les encanta las políticas macabras y asesinas del aborto.
Los que están a favor de la Opción de la Muerte desarrollan políticas antinaturales que van en contra de la procreación, permitiendo la creación de nueva y falsas formas de familias, donde la unión de los seres se da por placer y no con el compromiso de hacer perdurable a la humanidad.
Los que baten las banderas de la muerte, niegan a Dios y destruyen todo lo que a ello se asemeje, son enemigos de lo moral, las buenas y sanas costumbres, de los valores y principios familiares que han regido a la humanidad desde siempre.
Es fácil de identificar a los candidatos de la Opción de la Muerte, pues ellos no aman la verdad, ni la libertad que nos ha dado la democracia, sino que son partidarios del control del estado sobre los medios de comunicación y prohíben la libertad de expresión que es una de las banderas de aquellos que promulgan la Opción de la Vida.
Ser promotor del aborto, del consumo recreativo de la droga y facilitador de la desgracia moral de la sociedad es pertenecer a la Opción de la Muerte, la cual se caracteriza por autoproclamarse de avanzada, o mentes abiertas, vanguardista o progresistas, lo cual es igual a ser llamados comunista, socialista o castro chavista
En las próximas elecciones los que promueven esta Opción de la Muerte deben recibir una respuesta unísona de un NO rotundo, como el consagrado el 2 de octubre del 2016, cuando el pueblo indignado respondió si a una encuesta manipulada por el gobierno y los medios en el poder, pero que en las urnas deposito su NO, como descontento con un Acuerdo confeccionado a la medida de las FARC.
De la misma forma ese NO en las urnas le recordaba al presidente, que él se debe al pueblo soberano, el constituyente primario que lo eligió.
Quienes vayan a votar deben saber que no se les puede entregar el país a quienes mataron, asesinaron, torturaron, secuestraron y traficaron con droga, pues ellos también representa a la Opción de la Muerte, por tal motivo no merecen ser nuestros dirigentes.
Son varios los partidos y candidatos que levantan orgullosos esta bandera de la muerte. Sus actos terroristas del pasado hablan muy bien, de quienes son. Estos cobardes militantes de la muerte se escondieron en una falacia ideológica con la que engañaron a miles de personas, poniéndolas en contra del Estado, haciéndoles creer que ellos son los pobrecitos y el gobierno el gato feroz que quiere matar y comerse al ratón. Que usaron de la inocencia de un pueblo, muchas veces olvidado por el Estado y los convirtieron en sus peones y esclavos.
Los de la Opción de la Vida, creen en Dios, aman al prójimo y le respetan sus derechos aun si estos van en contra de la verdad. Y contrariamente a los amadores de la muerte, promueven políticas que beneficien a los no nacidos, a los indefensos niños que están en el vientre de la madre, a los que el gobierno actual no les garantiza derecho alguno.
Los candidatos de la Opción de la Vida, promueven los derechos de los niños, los derechos de la mujer en todas sus manifestaciones de la vida, como madre cabeza de hogar, como campesina, empresaria, trabajadora o atendiendo su hogar. Aman la verdad y saben que la paz es producto de la justicia, por tal motivo Dios está en sus primeras palabras cada mañana, pues saben que sin el nada es posible.
Si usted va a votar en las próxima elecciones, quiero decirle que hoy no importan los colores tradicionalmente que representaban un partido político, ahora debemos unirnos a una sola voz por la Opción de la Vida, aquella que promueve la democracia en todas sus manifestaciones, la que defiende la propiedad privada y condena a quien la arrebata con injusticia y malo proceder.
Quiero expresarle que soy un apasionado por la Opción de la Vida. La defiendo, la promulgo y predico en todo lugar de ella. Y la razón es muy sencilla, tengo una familia preciosa, dos hijos maravilloso a los cuales amo mucho, y por ellos trabajo para que mi descendencia, más allá de los bisnietos de los hijos de mis bisnietos vivan también en una Colombia distinta y segura a la que hoy se ve. Una Colombia a la medida de aquel que se invoca en la Constitución Política de 1991, que en su preámbulo inicial se le pide la protección divina sobre la nación. La Nación que Dios quiere.
