El país no ha terminado de conocer a fondo la financiación de Odebrecht a las campañas presidenciales de Juan Manuel Santos y ya sale a la luz un nuevo escándalo de corrupción.
El periódico El Mundo de España reveló en una investigación detallada que la empresa española Canal Isabel II, cuya filial en Colombia es Triple A, desvió fondos por 150 millones de pesos, de los cuales, 75 fueron a parar a las arcas de la campaña del impoluto presidente. Aquí el artículo: http://www.elmundo.es/espana/2017/06/16/5942db67268e3e5d098b4578.html
Para justificar la salida del dinero, directivos y trabajadores de Triple A utilizaron contratos ficticios e inflaron contratos a costa de sacrificar la calidad de materiales en obras. La lista de aportantes divulgada por El Mundo y que se puede verificar en la lista de donantes a la campaña son: Julia Serrano, gerente financiera de la época y actual gerente general; Jorge Navia, gerente de regulación y aseo, y Cecilia Donado, exdirectora de Tesorería y actualmente gerente financiera de la empresa. Cada uno hizo un aporte de 25 millones, aportes que con sus sueldos no pueden justificar.
En el recién ventilado escándalo, también se ve salpicado el actual Alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, por supuestamente también haber recibido dinero de Triple A. Ya la Fiscalía colombiana colabora con la justicia española para esclarecer el asunto.
Si el periódico fuera colombiano, el presidente ya hubiera mandado almendras a su director, llamado a los accionistas o calificado de ‘uribista’ la línea editorial. La buena noticia, para los colombianos, no así para Santos, es que el medio es extranjero, neutral por cuanto su interés es una investigación de la justicia española. ¿Dirá Santos que esta financiación fue a sus espaldas o que se 'acaba de enterar'? ¿Qué excusa usará el presidente para tratar de justificar este acto de corrupción en su campaña?
Hace tan solo unos días, el Embajador en Reino Unido, Néstor Osorio, echaba chispas por una supuesta 'mala publicidad' de Uribe en un foro en Grecia. Poco le faltó al Gobierno para calificar de 'apátrida' al exmandatario por sus declaraciones llenas de verdad pero inconvenientes para Santos. Al Embajador un mensaje: no hay necesidad de mala publicidad de Uribe, su jefe, Juan Manuel Santos, se las arregla solito para hacer mala pauta al Gobierno.
Para nadie es un secreto que este es un Gobierno acostumbrado a maquillar la realidad, acostumbrado a tapar todo en nombre de la paz. ¿Qué dirá ahora el Nobel? Su reputación de impoluto se cae a pedazos y no necesita la ayuda de Uribe ni de la oposición para hacerlo. Hay que decirle al presidente que hay verdades que no se pueden ocultar, la realidad y mucho menos la corrupción, no se pueden esconder tras la máscara de la paz.
Lo cierto es que después de tantos escándalos: hacker, Odebrecht, Canal Isabel II, desconocimiento del plebiscito, hacerse elegir con unas banderas y gobernar con otras, paros, abandono estatal, mentiras, persecuciones etc, lo único que queremos los colombianos es que el tiempo pase volando para poder, por fin, llamarlo expresidente y dar vuelta a esta oscura página de la historia llamada Santos Presidente.