No sé si les ha pasado, pero en estos primeros seis meses del año he oído todo el tiempo y en todos los lugares cosas negativas del país: vamos muy mal, estamos en la inmunda, esto es un horror. Podría seguir enumerando y no acabaría.
¿Realmente estamos tan mal?, ¿o será que los comentarios de los demás los volvemos propios y los míos otros los hacen personales y así sucesivamente vamos creando la conciencia negativa?
Todo lo anterior crea el negativismo creativo... Cuando todo lo vemos negro y no hay ni un mínimo destello de luz blanca en el horizonte, nos sumimos en la depresión general, en el abandono, en el hundimiento. Nos alejamos del norte.
Hace uno días tuve la oportunidad de estar en Perú y cómo me gustó la actitud de la gente. Se sienten orgullosos de su trabajo, me decía un taxista "en Perú nos enseñan a pescar por eso no hay subsidios". También, lo están de sus costumbres, comida y paisajes. ¡Qué limpieza de ciudades!, ¡qué organización turística!
Cuando volví decidí leer un poco más acerca de la realidad política y económica del Perú y llegué a los sonados casos de Montesinos, Fujimori, Alan García, y los alcaldes de Lima que también han tenido peculados... El Peruano no se quedó ahí, ha seguido adelante con el fin de estar orgulloso de su país.
Los invito a dejar de quejarse, con ello no logramos nada. Empecemos a crear conciencia en nosotros mismos y en los demás de que somos grandes, de que podemos salir adelante.
Demos gracias por amanecer vivos, porque al despertar vemos esa luz al final del camino, por aquel que nos sonríe así no nos conozca, por el verde, por la lluvia y por todo aquello que nos de vida.
No nos olvidemos de que el negativismo y la crítica continua llevan al hundimiento, y que el positivimismo y la colaboración mejoran la perspectiva.