Muchos recordarán cuando Donald Trump en plena campaña electoral afirmó abiertamente creer que el cambio climático era un "invento de china". Con eso, la salida obviamente se venía venir. De hecho él había dicho que cancelaría el acuerdo si llegaba a ser presidente. Lo dijo muy claro.
Y aun así, los gringos sabiendo que si él ganaba cancelaría el histórico acuerdo climático de París: lo escogieron como el presidente n. 45 de EEUU. Tomaron una decisión que lastimaría enormemente al planeta, y no solo al planeta: a ellos mismos. EEUU no es inmune al cambio climático, claro está.
Pero sus demenciales creencias —las de Trump— sobre que el cambio climático es una farsa probablemente las ha tenido desde que se habla del cambio climático. En un Tweet del 2014 abiertamente aseguró creer que "¡El calentamiento global es una completa (y carísima) farsa!".
Es más, dijo que "Toda esa carísima charlatanería del calentamiento global tiene que acabarse. Nuestro planeta se está enfriando, récord de temperaturas mínimas y nuestros científicos del calentamiento global están atascado en el hielo". Un tipo que piensa así y llegó a ser el presidente del país que más daños ambientales le hace al planeta solo nos muestra lo ignorantes que son los que le votaron (Quizás EEUU es, probablemente, el país que más daño le ha hecho a la humanidad, en general). Pero bueno, en teoría, el presidente es un reflejo de la sociedad que lo eligió.
Cuando Trump fue escogido presidente, ya se sabía que iba a pasar: nos quitaría la esperanza de vivir tranquilamente en nuestro planeta, el único que tenemos. ¿Que dirá Trump cuando Miami quede bajo el agua? ¿Que fue 'obra de los Chinos'?
Esto nos enseña algo importante: NO da lo mismo quién sea el presidente de EEUU. Sin Trump, no estaríamos en estas.