Soy oyente del Cartel Paranormal desde hace aproximadamente dos años. He sido testigo de los cambios en horario y en formatos, lo cual es entendible y normal, pasa con todos los programas, tanto de radio como de televisión. Pero Daniel, al parecer usted no se ha dado cuenta de que el programa ha caído en un bache de frivolidad, superficialidad e intrascendencia, atribuibles no a usted como director sino a sus colaboradores.
Antes de explicarle mis razones para esta apreciación, deseo reseñar como ejemplo de introducción el episodio grotesco y vergonzoso ocurrido en la emisión de la noche del 24 de mayo. Un oyente cuenta la aparición de una niña fantasma en la estación de policía de Bojayá y el señor Robles, dizque parapsicólogo y especialista del programa en temas paranormales, trivializó en forma grotesca el asunto. Como cada vez que interviene, armó un galimatías que ya quisiera Cantinflas. Fue tan evidente y vergonzosa la superficialidad de la intervención de este señor que usted mismo tuvo que intervenir y decirle al oyente que no le hiciera caso a las “locuras de Robles”. Y para colmo de males, este payaso termina riéndose y diciendo: ahora sí lo puse a pensar. ¿Usted se imagina al maestro Fernando Jiménez del Oso, o a J.J. Benítez en una actitud tan caricaturesca?
Una nota al margen: al parecer ustedes dos (Trespalacios y Robles) son los dos únicos colombianos que nunca han oído hablar de Bojayá y de la tragedia allí ocurrida.
Daniel, por su programa ha pasado mucha gente y se han tratado gran cantidad de temas. Pero siempre con gran seriedad y respeto. Empezando por su reiterado llamado a los oyentes a sacar sus propias conclusiones. Sin embargo, este señor Robles ha convertido su programa en una película de Cantinflas. Además, es deplorable su falta de profesionalismo. No prepara los temas a tratar. Habla sin sentido y revuelve todos los temas esotéricos de los que ha leído algún párrafo. Es tan mediocre que ni siquiera lleva al programa unos apuntes.
Se han recibido llamadas de casos que harían las delicias de un verdadero investigador de fenómenos paranormales. Y este farsante todo lo trata con un vaso de agua y tres cucharadas de sal, y unos toques del chen gong. Cuando un verdadero investigador iría de inmediato a investigar. Sus contradicciones son monumentales: le he oído diciendo que no se debe tratar de hacer contacto con apariciones, y le he oído empujando a un oyente a que le pregunte a una aparición qué es lo que quiere. ¿Al fin qué?
¿Cómo puede una persona que vive de la investigación paranormal ser tan miedoso y pusilánime? Los invito a ver programas de televisión en los que este embaucador ha participado. Es como si un electricista le temiera a la corriente eléctrica. De verdad es patético.
De Piñeres y Daza le comentaré en otra ocasión. Por ahora baste decir que a Daza limítelo a hablar de sus planetas regentes, ascendentes, luna negra, etc, pero por favor no le pregunte acerca de los demás temas esotéricos porque es otra retahíla igual o peor que la de Robles. Es decir, Cantinflas 2. Y a Piñeres pídale el favor que haga la pregunta que la humanidad se ha hecho desde siempre. ¿Daniel, si usted pudiera hablar con los muertos sus conversaciones serían tan frívolas y bobas como las que relata Piñeres?, ¿no preguntaría cualquiera cómo es el otro mundo?, ¿hay juicio final?, ¿hay premio o castigo?
