Nairo, independientemente del resultado, ya ganó. Colombia también, pues ha dejado en lo más alto el nombre de nuestro país junto a Gaviria. Ahora, después de tres mil kilómetros no se pueden sacar cuentas meramente objetivas.
Es claro que Nairo tiene menos atributos que Dumolin para la contra reloj, pero que vaya a perder cuatro segundos por kilómetro está por verse. La carga con la que llegan todos los ciclistas es grande y más allá de la condición natural para la crono está el estado físico y el emocional.
Nairo ha demostrado que está bien físicamente y con la moral en alto. Ha bajado y planeado en forma excelente. No ha perdido el giro, tampoco lo ha ganado, pero puede hacerlo. No está derrotado. Pocos segundos le pueden dar el triunfo.
No somos triunfalistas, pero tampoco pesimistas. Simplemente confiamos en en un extraordinario ciclista que es colombiano de pura cepa. Ya ha ganado y puede seguir en lo más alto. ¡Grande, Nairo!, ¡Gracias, Nairo!