Desde el pasado 11 de mayo los educadores del país, vinculados a FECODE (Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación), el mayor sindicato de profesores del país, se encuentran en paro. Este convoca cerca de 380.000 maestros en todo el territorio nacional para que cesen sus actividades indefinidamente..
Actualmente cerca de 8 millones de niños, niñas y adolescentes se encuentran fuera de las aulas de clase por el cese de actividades iniciada por los maestros. La razón que ha llevado al paro es el incumplimiento del pliego de condiciones pactado en el año 2015 con el sindicato de maestros. Y unas nuevas exigencias presentadas que se pueden resumir en tres puntos clave: aumento salarial, mejoría en el sistema de salud y reforma a la jornada única.
Dentro del pliego presentado por FECODE al Ministerio de Educación Nacional (MEN) se pueden identificar algunos puntos que son claves para poder llegar a un acuerdo entre los dos sectores. Uno de ellos es el aumento de la financiación a la educación pública a 7,5 % del PIB, quiere decir que el gobierno nacional debe comprometerse a generar mayores recursos para la educación pública. Actualmente el gobierno nacional no ha cumplido con la implementación de la jornada única en el país porque no se ha construido la infraestructura necesaria para llevar a cabo dicha tarea.
Así mismo, los estudiantes deben tener unas condiciones mínimas para la permanencia en el sistema escolar como son: la alimentación y el transporte, asegurando de esta manera que puedan tener un mejor desempeño y evitando que se incrementen los niveles de desescolarización.
Los educadores del país también piden unas mejores condiciones salariales generando incentivos para que se dignifique el ejercicio de la docencia, así mismo, también pide al gobierno nacional que se mejore las condiciones de acceso a los servicios de salud. Hoy los profesores cuentan con un régimen especial de Salud establecido en la Ley 91 de 1.989 que no ha dado respuesta a los problemas de acceso al derecho fundamental de la salud por parte de los docentes. Donde se encuentran en un sistema arcaico de la salud colombiana, la tramitología de las EPS desangran a nuestros maestros, no pueden acceder a una salud digna de una prestación de un servicio fundamental.
El gobierno nacional en cabeza del Presidente Juan Manuel Santos ha denominado su Plan de Desarrollo 2.014 - 2.018 “Paz, Equidad y Educación”, poniendo como uno de los pilares la educación, pero la situación actual que vive este sector no refleja la voluntad política del gobierno para abanderarse de la educación como motor de transformación y de cierre de brechas para los sectores más excluidos de la sociedad.
Nuestra carta magna reafirma la educación como un derecho fundamental, y es allí donde el gobierno nacional debe poner todo su interés en asegurar que nuestros niños, niñas y adolescentes tengan las mejores condiciones educativas para poder generar su desarrollo y propiciar condiciones que eviten que caigan en el círculo de la pobreza.
Hoy los maestros y maestras de todo el país se unen para pedir unas condiciones dignas para el ejercicio de su profesión, mejoras en la calidad educativa y mayor presupuesto para la educación pública, la respuesta del gobierno nacional es que no se cuenta con los recursos para acceder al pliego de condiciones de este sector.
Este es un llamado para que se piense en el bienestar superior de los estudiantes, un día más por fuera del aula de clase representa una restricción a sus derechos fundamentales que deben ser protegidos y el Estado no ha hecho pronunciamientos y pone trabas en los acuerdos, debido a que sus intereses están en otros puntos, según para ellos más importantes que la educación, cuando sabemos que el educar un país es el futuro para las nuevas generaciones.
Aunque los gobiernos están llamados a un administración eficiente de los recursos y a ser responsables en el manejo fiscal del presupuesto, no por esta razón, se puede desatender el llamado de un sector tan importante como el educativo, si queremos construir un mejor país, debemos apostar a una educación pública de calidad que destine mayores recursos para mejorar las condiciones de infraestructura.
Pero no se puede tener una mejor educación si nuestros docentes no cuentan con buenas condiciones salariales que permitan que se dignifique el ejercicio de la profesión docente en Colombia y que estimule a que muchos de nuestros jóvenes tomen el camino de ser maestro.
Creo que la Educación es el motor de la transformación social y que es la mejor herramienta para construir un país en paz, espero que el gobierno nacional y los maestros puedan llegar a un acuerdo donde se vea reflejada la voluntad por hacer un esfuerzo por mejorar la educación de nuestro país y que se respete el derecho fundamental de tener un país más educado.
Porque no se puede desatender las exigencias válidas de nuestros maestros por un lado, pero por otro se negocia con grupos que han estado al margen de la ley, debemos construir un país donde se respete y se asegure las condiciones para el ejercicio de los derechos fundamentales y se distribuyan los recursos para el beneficio de nuestros ciudadanos y poder creer en el eslogan de la presidencia “Equidad para todos”.