Ha sido símbolo de bienestar y vida. De alegría y recreación. Por sus ríos y mares los pueblos han conocidos otros mundos. De sus lluvias gozábamos de niños. Hoy se deteriora aceleradamente y se le privatiza para ganancias de unos pocos.
En el Estudio Nacional del Agua del 2014, “estudio técnico-científico, que permite reconocer el estado y dinámica del agua en Colombia”, liderado por el IDEAM, podemos resaltar algunos datos:
“Colombia cuenta con un rendimiento hídrico promedio que equivale a 6 veces el promedio mundial y a 3 veces el de Latinoamérica; además de reservas de aguas subterráneas que triplican esta oferta y se distribuyen en el 74% del territorio nacional”.
“Las condiciones más críticas del recurso hídrico, asociadas a presión por uso, contaminación del agua, vulnerabilidad al desabastecimiento, vulnerabilidad frente a variabilidad climática y condiciones de regulación… abarcan 110 municipios con una población estimada de 17.500.000 habitantes”.
“La materia orgánica biodegradable vertida a los sistemas hídricos en 2012 se estima en 756.945 t/año, mientras que la materia no biodegradable, es decir sustancias químicas, se estima en 918.670 t/año”.
“205 toneladas de mercurio son vertidas al suelo y al agua de los ríos a nivel nacional”.
“318 cabeceras municipales pueden presentar problemas de desabastecimiento en épocas secas lo cual podría afectar una población de aproximadamente 11.530.580 habitantes”.
“Aproximadamente el 62% de la lluvia en Colombia se convierte en oferta hídrica superficial equivalente a un volumen de 2012 km3”.
“El total de agua que se demanda en diferentes sectores a nivel nacional, es de 35.987 Mm3, que equivale a llenar 28 veces el volumen del embalse de Betania. Es así como el sector de mayor demanda es el agrícola con un 46,6%, seguido del sector energético con el 21.5%, el pecuario con el 8.5% y el doméstico con el 8.2%”.
“Son transportados cada año más de 300 millones de toneladas de sedimentos”.
Las amenazas cada día se avizoran con más intensidad. No es simplemente cambio climático. Planes y acciones de las empresas de capital privado y su respaldo institucional deterioran nuestro presente agravando ese futuro ya no tan lejano.
Con la realización del “Foro Del Agua, Soberanía y Territorio” en el encantador Municipio de Salento, se ha buscado “Construir una reflexión regional y local”, “hacer un llamamiento hacia la construcción de una iniciativa social”, frenar “las agresiones territoriales como el embalse multipropósito y la gran minería” e impulsar un manifiesto del agua.
Son las iniciativas ciudadanas las que podrán detener la perdida de lo nuestro, de lo colectivo.
La protección del patrimonio hídrico, la defensa del agua, urge para garantizar tan preciado líquido a las presentes y futuras generaciones. Para que nuestra propia vida sea viable en nuestros territorios.
Ante lo anterior debemos de preguntarnos, ¿cuál es la función real del Estado colombiano?, ¿cuál es papel de las comunidades y de la sociedad en general del cuidado y defensa del agua?