Para nadie es un secreto que Buenaventura tiene el puerto más importante del Pacífico y de Colombia; y que la rampante corrupción de sus mandatarios tiene sumida a la hermosa bahía en una de las ciudades más pobres de Colombia.
La inconformidad y la insatisfacción por la falta de agua potable las 24 horas al día; un 17% de analfabetismo en la población; 88% de pobres y 44% en la indigencia; y una mar de empleos informales, fueron motivos para que los bonaverenses hicieran uso de su legítimo derecho de entrar en paro cívico y protestar.
Sin embargo, el 16 de mayo, lo que empezó como una justa y pacífica marcha en contra de tanta injusticia social, el viernes 18 se convirtió, por culpa del Esmad (fuerza bruta policial que en muchos casos abusa de su autoridad) y de hordas de vándalos, en una noche infernal y caótica.
Como si no fuera suficiente tanta desgracia de corrupción, pobreza, inseguridad narcotráfico y bandas criminales, súmele los vídeos y fotografías que circulan por redes sociales y medios de comunicación que muestran una noche anárquica. Se ve como una turba enardecida con piedras, palos, machetes y porras que se enfrentaban contra el Esmad, pasaron a violar puertas de locales comerciales y a saquear los productos exhibidos en las góndolas y vitrinas. Es triste ver a pequeños comerciantes barriendo trozos de vidrios y salvando lo poco que quedó de sus locales y mercancías que con sudor y esfuerzo consiguieron.
Creo que estás vías de hecho no tienen ninguna justificación. Ese cuentico de que el fin justifica los medios es disculpa de delincuentes. El derecho a la huelga debe ser un ejercicio pacífico si es que se quieren lograr cambios sociales, mas no violento, la cual ofrece alternativas que generan hostilidad y que, en definitiva, son estériles.
La acción de protesta tiene como objetivo luchar contra la corrupción y la violencia, sin cometer más violencia y debe basarse en una actitud de respeto por toda la sociedad. Una actitud común característica de los huelguistas cívicos es que su comportamiento refleje el mundo que desean.
Qué siga el paro, pero sería bueno reflexionar la frase de Mahatma Gandhi: “Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia”.
