Colombia es un país que desde hace más de 50 años vive uno de los más fuertes conflictos armados. Una posible aproximación al génesis de este conflicto se debe al resultado de las contradicciones entre las políticas del Estado frente a sus conciudadanos. En medio de este conflicto se ha desatado una fuerte confrontación y lucha armada que se ha extendido en el tiempo. Tal vez en la actualidad la visión de solucionar los conflictos usando los mismos medios violentos y las mismas acciones de confrontación armada motivan a repensar que el recurso de la violencia no es el idóneo para ponerle un fin definitivo a los conflictos. Por eso debemos analizar que el estado colombiano fracasó en su confrontación armada, porque el resultado de una serie de operaciones militares contra los grupos insurgentes al margen de la ley han aumentado aún más el grado de violencia en los territorios afectados por el conflicto.
En la actualidad es evidente que el gobierno nacional al posibilitar acciones que permitan solucionar los conflictos a través de vías pacíficas y aplicando mecanismos de solución de conflicto como el dialogo y la negociación hace un profundo llamado a los grupos al margen de la ley. Ya es hora de apartar el camino de la violencia para construir el camino de la paz. En este sentido, podemos referimos al actual acuerdo para la terminación del conflicto entre el grupo guerrillero de las FARC-EP vs Gobierno Colombiano, este constituye el mayor referente que si es posible lograr el camino de la paz, a través de la solución política negociada.
La construcción de caminos que incidan a la construcción de paz, no debe ser únicamente de las partes en conflictos (Estado vs. Grupos al Margen de la ley), la sociedad civil, quienes han sido los principales afectados deben especificar su papel para permitir construir acciones que incidan a resolver sus conflictos desde los territorios afectados. En este orden de idea, no se debe olvidar que la sociedad es heterogénea, multicultural y con una diversidad impresionante de ideas y pensamiento, es por ello, que la tarea de construir paz desde los territorios afectados, se convierte en una de las más difíciles que enfrenta la sociedad civil.
En este orden de ideas, considero que la universidad debe reafirmar su compromiso con la construcción de escenarios de paz, y asimismo aprovechar su potencial de estudiantes, especialmente del programa de derecho, los cuales tienen la posibilidad dentro de su proceso de formación comprender las dinámicas sociales, económicas, políticas y culturales del país, por ello, el rol de este grupo específico de educandos pueden ayudar en esa tarea de apoyar a las poblaciones afectadas por el conflicto, especialmente a replantear nuevas alternativas y soluciones para resolver los conflictos, y vincular a toda la población civil de cada territorio a trabajar conjuntamente de la mano de la academia en proyectos y acciones de construcción de paz desde los territorios.
En esta lucha de construir escenarios de dialogo, debate y reflexión la academia juega un papel determínate, porque desde el plano universitario, la universidad es hija del humanismo, está viene de la mano de las vanguardias históricas, donde es notable el proceso de adaptación constante, a la cultura, el medio social y entre otros factores que inciden que la universidad es el escenario más neutro donde se reúne una diversidad de pensamientos, pero que se centran en un mismo fin, que es la formación.
Desde este punto de vista, considero que es necesario la reivindicación de los estudiantes de derecho para llevarlos al campo de acción que son las poblaciones afectadas por el conflicto, para que desarrollen sus destrezas y habilidades logrando la consecución de medios que permitan abordar los conflictos de cada zona afectada, planteando soluciones que ataquen directamente las problemáticas y facilitando aún más el compromiso de toda la sociedad civil en la construcción de la paz. No obstante, esta tarea debe ser respaldada desde la universidad, si bien su misma estructura establece tres componentes esenciales que posibilitan estos escenarios como lo son, la academia, la extensión y la investigación.
Desde estos componentes, la universidad puede cumplir todos los objetivos que se proponga en ese trabajo colectivo entre sus educandos hacia la sociedad civil, porque facilita a través de sus programas y proyectos, un contacto permanente con la sociedad civil, y es la cara visible del estudio de sus problemáticas y análisis de los factores que incidieron en su génesis, y más aún que en esa misma tarea la universidad le posibilita a los estudiantes el poder investigar sobre los temas relevantes de cada momento histórico y así centrar un lenguaje que permita encontrar los orígenes, causa, relación del porque suceden situaciones que llegan afectar la estabilidad de los territorios y vinculan siempre acontecimientos sociales como factores primarios en cualquier contexto.
Finalmente, creo que la universidad debe reafirmar su compromiso frente a los distintos momentos históricos que necesitan que desde la academia se reflexione sobre sus orígenes y posibles causas para que permitan lograr aportar a posibles soluciones, en esa tarea se debe reafirmar el rol de los estudiantes de derecho, estos como principales actores que dentro de su proceso de formación logran comprender las dinámicas sociales, políticas y económicas.
El actual momento histórico que vive el territorio colombiano, frente a un acuerdo de terminación del conflicto que propone como idea empezar a replantear los medios de solución de conflictos a través de mecanismos alternativos como el dialogo y la negociación, estos mismo mecanismos las universidades deben ayudar a esta comunidad especifica de estudiantes a facilitar orientar al estudiante a construir el saber, esa esencia del pensamiento que es el reflejo de nuestras ideas, acciones y nuevos paradigmas.
Los estudiantes por su parte deben empezar a determinar cómo construir reflexiones, propuestas y proyectos que incidan a la construcción de paz de los territorios afectados por el conflicto. Estos escenarios deben promover reflexiones sobre el contexto de los conflictos de cada territorio, las formas de abordarlos, los medios que permitan buscar soluciones para atacarlos desde su origen, afirmando además su compromiso de apoyar a las poblaciones afectadas en búsqueda de solucionar sus conflictos.
Por su parte, el estudiante de derecho debe entender que los conflictos tienen diferentes orígenes, y dependiendo a esta variante deben formularse soluciones. La mejor manera de hacerlo es analizando el contexto donde sucede dicho conflicto, identificando los posibles actores y afectados del mismo, para así empezar a direccionar acciones que planteen posibles soluciones a la raíz del conflicto y evitar que estos sigan su transcurso en el tiempo.
