Democracia a conveniencia con IVA y contrabando moral

Democracia a conveniencia con IVA y contrabando moral

"No olvide que vender su voto o no votar es como la inflación o el IVA. Todos pagaremos sus consecuencias al final"

Por: ramiro rueda b
mayo 19, 2017
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Democracia a conveniencia con IVA y contrabando moral

Democracia, doctrina política según la cual la soberanía y el poder político residen exclusivamente en el pueblo y se ejerce directamente o por medio de sus representantes. Es la forma de la sociedad que practica la igualdad de derechos individuales, con independencia de etnias, sexos, credos religiosos, etc., en la que se toman las decisiones con la participación mayoritaria de todos sus miembros.

En un verdadero régimen democrático, la gente, expresa su voluntad mediante los  votos de la mayoría, como constituyente primario, para tomar las decisiones estratégicas y tácticas que se tienen que incorporar en la gestión del Estado o asentar en una Constitución Política que las  articula.

Así las cosas, se observa con preocupación de paz que los hechos más recientes en nuestro país —consulta de Cajamarca, revocatoria de mandatos, conflictos de interés, violación a la moralidad administrativa por el partido Liberal y el Consejo Nacional Electoral, referendos denegados, la restricción a la tutela, reglamentación del derecho a huelga y a la protesta, derecho a la negociación y sindicalización, entre otros—, son aspectos en los que el pueblo se ha manifestado o debe manifestar su voluntad haciendo uso de sus derechos vía  la consulta popular consagrada por la Constitución Política, están evidenciando que la democracia en Colombia está en PELIGRO, está siendo menospreciada, ignorada y erradicada de la base popular de manera sistemática en los últimos años.

Decisiones populares y democráticas que se pisotean porque no son del agrado o la conveniencia del sistema político que rige nuestra nación desde hace cien años, los sibilinos grupos Liberal y Conservador, todos iguales por su origen y actuación, independientemente del logo comercial que los promocione, Cambio Radical, Centro Democrático, Partido de la U Liberal o Conservador, Opción Ciudadana, Convergencia Ciudadana, etc.

Quiméricos personajes con un producto claro, los votos y los avales, que se compran y se venden al mejor postor, con una visión y misión perfectamente definidas desde hace cien años: mantenerse en el poder a cualquier costo y por cualquier medio para garantizar  utilidades y rentabilidades extraordinarias e indebidas a menos del 1% de la población, los gobernantes y patrocinadores coaptadores, como se dice vulgarmente repartirse entre muy pocos periódicamente la marrana.

Luchemos por hacer valer como pueblo la Constitución como la norma de normas,para  que en todo caso de incompatibilidad entre la Constitución y la ley u otra norma jurídica, se apliquen las disposiciones constitucionales por encima de todo.

Sin embargo, como los mecanismos para hacer respetar los derechos del pueblo  incluidos en nuestra Constitución están poniendo en riesgo la rentabilidad de las empresas electoreras y los gobernantes oportunistas, el negocio de sus coaptadores y de los apátridas que entregan nuestra dignidad nacional a los negociantes globalizados, surgen las clásicas y creativas leguleyadas colombianas. Mercenarios del derecho y la política desarrollan teorías imaginativas a su amaño sobre la ley para favorecer y garantizar  con mínimo riesgo la rentabilidad inmoral del negocio electorero de sus gobernantes y sus socios coaptadores.

Se desarrollan interpretaciones aberrantes y teorías creativas y serviles sobre la voluntad popular y su aplicación, Cajamarca no es de obligatorio cumplimiento, las revocatorias son un exceso de democracia de alto costo fiscal que pone en riesgo la estabilidad del país o la ciudad (¿no será la de sus negocios?), hay que regular y reglamentar (¿Prohibir?) la huelga y el derecho a la protesta, no hay recursos para las consultas. Es así cómo, merced a esos mercenarios del derecho y la política y a muchos serviles medios de comunicación cooptados por el poder, son anuladas de tajo las decisiones y las actuaciones del pueblo respecto a su gobierno sin divulgación alguna, cayendo en una dictadura a la que se le quiere dar apariencia de democracia.

¡Ojo, pueblo colombiano!  Una frase que despierta una reflexión: “Todos sabían lo que tenían, pero nunca pensaron que podían perderlo”.¿Será que estamos perdiendo la democracia del pueblo y para el pueblo por culpa del IVA y el contrabando moral en la política nacional?  Estamos en la dictadura del costo fiscal de las decisiones populares, no aplicable a elecciones populares o a decisiones que conviene a sus gobernantes, como el plebiscito.

La democracia en nuestro país ya no reside en elpueblo, la perdimos, y los aúlicos y mercenarios del poder de las comunicaciones nos están manipulando y distrayendo del tema. Nuestra Constitución Política, ley de leyes,  solo se aplica y respeta cuando garantiza la rentabilidad política y económica del grupúsculo electorero  descrito. Cualquier cosa en contrario es objeto de los consultores mercenarios que hacen lo imposible para eliminar ese riesgo con argumentaciones creativas e iluminadas en contra del pueblo soberano que soportan conclusiones pre establecidas. Entonces, ¿cuál es la democracia que vivimos en Colombia?, ¿una democracia de conveniencia, una democracia simulada que  solo sirve para elegir a los políticos enmermelados, lobistas y clientelistas quienes evidencian con sus actos y expresiones que para los temas importantes la voz del pueblo es innecesaria y costosa?

¡Hasta cuándo vamos a seguir permitiendo  que consideren al pueblo un eunuco intelectual  y le sigan castrando el derecho a elegir  íntegros y dignos representantes de las mayorías? No sigamos eligiendo a quienes además de representarse exclusivamente  a sí mismos protegen al 1% de los dueños del país, sus patrocinadores o coaptadores.

¿Seguiremos creyendo, así nos hayamos equivocado cien años o más, que los empresarios electoreros que nos han gobernado, por nuestra mala decisión electoral, han estado o están verdaderamente  interesados en construir una Colombia democrática, ética, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo, la equidad, la moral, la transparencia, la integridad y la solidaridad de las personas que la conforman y en la prevalencia del interés general sobre el interés particular?

La respuesta está en la evidencia factual de los aberrantes, abominables, repugnantes y repulsivos casos de los que citamos solo algunos: la adjudicación de baldíos, Foncolpuertos, Dragacol, Chambacú, Banco del Estado, Caja Agraria, Banco Agrario, DNE, Fidupetrol, Das, DMG, Cajanal, Carimagua, entrega de Notarías,  Invercolsa, el proceso Ocho Mil y la finaciación de campañas Uribe-Santos, Inurbe, Ferrovías, Caprecom, Transmilenios, Saludcoop, Coomeva, Foncolpuertos, Interbolsa, Estraval, Reficar, Odebrecht, Canoas, la Triple A,  Metroagua, Guavio, Isagen, Electricaribe, Enerpereira, Termorío, Cargos por confiabilidad del sector eléctrico y en general la privatización del sector de los servicios públicos, Navelena, Ruta del Sol, Panamá Papers, Agro ingreso seguro,  vía Bogotá Girardot, Parapolítica, Gobernación de Cundinamarca de Pablo Ardila y de Alvaro Cruz, de la Guajira y de Córdoba, caso Pomarico, Yidis política, cartel de la hemofilia en Córdoba y de los enfermos mentales en Sucre, Juegos Nacionales del Tolima, Regalías, Sisben, Programas de Alimentación Escolar PAE, Regalías, Cartel de la contratación en Bogotá,  etc. etc. etc. Innumerables logros obtenidos por la banda de marras han implicado que más de 100 reformas tributarias hayan cambiado de destinatario en esta pequeña lista, del pueblo hacia electoreros avalados por los pseudo partidos Cambio Radical,  Liberal, Conservador, la U, Centro Democrático, Opción Ciudadana, Convergencia Ciudadana, Colombia Democrática, Alas Colombia, etc. en el 99% de los casos.

Es interminable la lista y demasiadas las coincidencias sistemáticas en donde aparecen siempre los mismos actores dueños del poder o sus familiares cercanos, actuando como empleados públicos y después como asesores privados gracias a la estrategia de la detestable e inmoral puerta giratoria, incluso desde el inicio de sus carreras como delfines y sucesores del negocio. No es sino revisar apellidos y líneas de consanguinidad para concluir por sí solos.

Seudoempresarios familiares del voto que han practicado y han sido el contrabando moral, popular y político de nuestra democracia. Simulan ser baratos y de buena calidad. Fingen sibilinamente servir a la comunidad para promover la prosperidad general, que es realmente la individual. Imitan  garantizar  la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución. Ilusionan con facilitar la participación del pueblo en las decisiones que los afectan en su vida económica, política, administrativa y cultural, solamente cuando conviene a sus negocios, democracia colombiana de conveniencia, con IVA y contrabando moral. Aparentan defender la independencia y la soberanía nacional supuestamente para asegurar la convivencia pacífica y la vigencia dentro de  un orden justo. La realidad muestra que a diario los serviles se idean la forma de apropiarse y regalar nuestro patrimonio y nuestra dignidad nacional.

En nuestras manos está la posibilidad de transformar nuestra nación para buscar un equilibrio y una ética en el actuar político y social. Llegó la hora de extirpar de nuestro Gobierno todos los tumores malignos que expanden el cáncer de la corrupción, enquistados en la unidad nacional y en la falsa oposición centro-democrática de los mismos con las mismas. Este equipo con diferentes uniformes y jugadores heredados nos ha gobernado por más de cien años. Son los apátridas, mercenarios y contrabandistas del poder y la moral, que han garantizado por años la rentabilidad indebida e inmoral de las minorías poderosas de la población con cargo al bolsillo de todos los colombianos.

¿Hasta cuándo seguiremos creyendo que con los mismos integrantes de un equipo, pero con diferentes uniformes, transformaremos los resultados de un  pueblo y un país?

Ciudadano no venda ni regale su voto, tampoco se abstenga, mejor recabe con sumo cuidado y detalle a quienes ofrecen cualidades éticas y morales, una vida ejemplar sin tacha y sin rabo de paja. Busque a quien sea íntegro, posea con  un programa sustentado en una única ideología, la del partido del sentido común con ética y principios morales, totalmente incluyente, pero radicalmente excluyente de la violencia y la corrupción, que proponga entre otros:

  • Defender las clases populares, medias y empresariales del país, mejorando sustancialmente las condiciones de vida de los trabajadores asalariados e independientes y la actividad económica de los propietarios no monopolísticos, en el entorno urbano y rural. Buscar calidad de vida para estos sectores.
  • Combatir con el ejemplo y con autoridad moral, realmente y de frente el cáncer de la corrupción dentro del matrimonio público-privado. Quimioterapia, radioterapia y cirugía profunda contra las células cancerosas originales y sus metástasis.
  • Proteger y promover el desarrollo de la Industria no monopolística y el agro como ejes de crecimiento del país.
  • Defender y mejorar el medio ambiente, propendiendo a proteger la tierra, el agua y el aire de nuestra nación.
  • Estructurar la educación, pública y privada, como la base fundamental de la equidad y el desarrollo nacional y como un valor agregado de una sociedad ética para el mundo.
  • Buscar la eficiencia no solo económica sino social del sector financiero en todas las actividades económicas del país para colocarlo al servicio del desarrollo de la Nación.
  • Defender y promover, excluyendo cualquier tipo de violencia, la democracia auténtica y pluralista para extirpar del entorno nacional la democracia simulada de conveniencia, la dictadura del costo fiscal y el amiguismo de los últimos cien años.
  • Emprender un relacionamiento e integración con todos los países del globo, sin excepciones, pero sobre la base del respeto a la soberanía, a la equidad, a la justicia y a la transparencia en el beneficio recíproco.

Entonces, no olvide que vender su voto o no votar es como la inflación o el IVA. Todos pagaremos sus consecuencias al final. La evidencia lo demuestra.

Así que llegó el momento, aquí y ahora, de transformar con su voto nuestra Colombia y lograr realmente y no de forma simulada los objetivos de nuestra Constitución. Es la hora de decir lo que pensamos y hacer lo que decimos y demostrar que estamos aptos no solo para elegir sino también para decidir, gobernar y recuperar la democracia.

Recuerda tomar conciencia de la gravedad del fenómeno que hemos vivido y estamos viviendo, ¡Tú decides, la solución está en tus manos!

En las próximas elecciones, vota con cuidado... y escoge a conciencia. No olvides que el ladrón vulgar te roba el dinero, el reloj, la cadena, el coche, el celular, el computador… y el político, en su gran mayoría y con afortunadas excepciones, te roba la salud, la vivienda, la educación, la pensión, la recreación, el trabajo y hasta la conciencia y la felicidad. Sin embargo, el primer ladrón te elige a ti. En cambio, al segundo ladrón ¡lo eliges tú!

¡Analiza, piensa y vota por tu futuro! ¡No te abstengas ni  permitas que le sigan imponiendo el IVA y el contrabando moral a nuestra democracia!

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