Uno de los creadores de Rock al Parque, el moralista Julio Correal, anunció en emisoras cristianas que está en proceso de creación del CorrealFest, festival del nuevo rock, cuyo objetivo es la difusión de valores y mensajes políticamente correctos, que sea a su vez, una contrapropuesta al libertino Rock al Parque, pues considera Correal, que atenta contra la buena moral conservadora e incita a la rebeldía a los miles de asistentes, en su mayoría jóvenes, que año tras año acuden al festival, que este 2017 celebrará su edición número 23.
"... Ese no era el futuro que yo esperaba para mi hijo, Rock al Parque. Se creció el pelao y ha perdido su horizonte, ahora parece un adolescente más de los degenerados mechudos que lo frecuentan. Usted sabe, júntate con lobos y a aullar aprenderás" declaró Correal en un espacio radial hace unos días (...) Pensar el rock como escenario de disidencia es incoherente con el propio género. De haber sabido que iban a invitar bandas de black metal y punk, por ejemplo, jamás hubiese permitido su desarrollo". Agregó en la misma entrevista el promotor cultural: "... Usted viera a Bertha, llora inconsolable por los pasos que tomó el mocoso (Rock al Parque). Eso fue influencia de Mario Duarte, nunca confié en ese muchacho. ¡Qué tristeza!"
La indignación de Correal nació hace algunos años. En un principio pensó que era normal la rebeldía del público rockero y que esta sería pasajera. No obstante, el año pasado se sorprendió cuando en varias presentaciones, los asistentes gritaban arengas en contra de Peñalosa, muchas de ellas, llenas de groserías. Quizás, la que más ofendió a Correal fue la expresión: "¡Peñalosa hijueputa, Peñalosa Hijueputa!" Y en verdad es de entender la molestia provocada en el co-progenitor del Festival, pues el permitir este tipo de comportamiento, era abrir la puerta a ofensas mayores, insultos contra el presidente, por ejemplo.
La invitación realizada a Paul Gillman, fue la cereza que adornó el pastel. Correal, que siempre se ha preocupado por los problemas sociales, manifestó su indignación por la convocatoria del artista venezolano seguidor de Chávez. Cabe recordar que años anteriores, cuando el productor trajo a Manu Chao, lo hizo creyendo que éste eran un pastor franco-español hincha del Santa Fe y no el hereje autor de frases pecadoras como: "Me gusta marihuana, me gustas tú", por tal razón, un avergonzado Correal, diezmó el triple de lo que le correspondía en la iglesia de la que es miembro, Las Adoratrices del Divino Miembro. Con Calle 13 pasó algo similar, pero en está ocasión, privándose, de una millonaria ganancia se abstuvo de traerlo. Correal, antes que un promotor musical, es un hombre de principios coherente con su fe, que jamás ha buscado con su labor, como gestor cultural, lucro alguno.
La primera edición del CorrealFest, realizará una convocatoria por todas las iglesias cristianas de Bogotá y tendrá una importante alianza con los festivales que organiza en las localidades el Centro Democrático. También se han mencionado colaboraciones con otras comunidades religiosas. Entre los curadores de las agrupaciones participantes se menciona –no podría ser de otra manera– a Alejandro Ordóñez, Marco Fidel Ramírez y María Fernanda Cabal, quien será la encargada de mandar al infierno a cualquier manifestación comunista o, por lo menos, de darles un buen escarmiento. Al parecer, los presentadores serán Viviane Morales y su cónyuge Carlos Alonso Lucio, quienes ya se encuentran haciendo ayuno para que sean seleccionados, además anunciaron que de ver camisetas con arcoíris estampados, se bajarán el escenario y dejarán a las almas devotas viendo un chispero, como sucedió cuando perdieron la batalla por el referendo en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes.
Aunque no se ha establecido las reglas de comportamiento durante el Festival, se han filtrado algunos de los artículos que compondrán el Manual de Urbanidad Cero, titulado así por el creador del Festival. Cero tolerancia con las groserías, cero ‘pogos’, cero mensajes políticos que hagan referencia a la izquierda y cero letras vulgares o que atenten contra la moral. A pesar de parecer normas excesivas, los mechudos pueden estar tranquilos, pues tendrán también su espacio VIP para ellos, la unidad de procesos judiciales más cercana. En el primer filtro estará entregando el orden del día, el skinhead Roberto Gerlein –el rebelde nonagenario del Senado– que con sus tirantas testiculares espera marcar una nueva tendencia estética, que seguramente, será imitada por los asistentes.
Entre los invitados especiales estará Pescao Vivo, que años atrás pisó las tarimas de Rock al Parque y el conjunto de tuna Pandereta Rebelde de la Universidad Gran Colombia, dirigido por José Galat. La franja pesada será encabezada por la agrupación carimástica de white metal Los hijos negados de Lucifer, el rock eléctrico de los Taser Boys de Pachito, que regresarán después de su última presentación en las elecciones para la Alcaldía Mayor de Bogotá. Entre los invitados internacionales se confirmó la presencia de BZZ (Banda Zaragozana de Zarzuela) y los Jehova’s Witnesses, quienes traerán varios de los clásicos de su legendario albúm The Watch Tower, junto con ellos la banda pesada Pasquín Despertad, que lanzará su nueva canción En La puerta alguien te busca, además de 45 DJ invitados, que simularán presionar botones, al tiempo que la feligresía asistente, simulará hablar en esquizofrénicas y extrañas lenguas.
Entre los medios aliados se encuentran varios inscritos, pero se presume que el cubrimiento de Tele Amiga y la transmisión en vivo de Emisoras Marianas serán los más glamorosos. Rugidos Disidentes, por supuesto, adelanta desde ya los trámites correspondientes para lograr una alianza mediática, que sin lugar a dudas, le permitirá conquistar a un exigente, pero esquivo, público religioso.
Los lugares con más opciones para recibir a las miles de almas devotas son el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo y el Centro de Convenciones G12, en el que la agrupación Falsos Positivos ofreció hace unas semanas una digna presentación liderada por su carismático Frontman, Álvaro Uribe, quien prometió una verdadera masacre… musical, sin embargo no estará presente en el CorrealFest, pues fiel a sus principios, no le gusta repetir. La fecha del evento, se presume, sería alguno de los días conmemorativos a una de las once mil vírgenes más próximo.
Con esto Correal demostró su poder progenitor sobre su hijo descarriado Rock al Parque, que a pesar de tener 23 años de edad, no se manda solo y es incapaz de ser autónomo. Un bien intencionado Julio Correal que, pese a su gran corazón, tuvo que actuar con severidad ante la negativa de Gillman de cambiar su posición política. El promotor cultural, visiblemente compungido, declaró ante los medios:
“Esto que le quede de ejemplo a muchos artistas para que midan sus acciones apoyando a regímenes dictatoriales, que él, pensó que nunca iba a caer, el error que cometió lo está pagando con las consecuencias, gracias a Dios no estará en Rock al Parque”.
Para finalizar y atendiendo, además, el llamado de las críticas de cientos de músicos que ven como la escena se acostumbró a la gratuidad, el CorrealFest cobrará, perdón, recibirá diezmos correspondientes a sólo el 10% de las ganancias de sus asistentes, con lo cual queda descartada, de una vez por todas, toda esa caterva rockera que, por lo general, no tiene ni para un CD quemado de alguna banda local.
Rock al Parque aprendió con una lección vergonzante a obedecer al creador y lo que pasa cuando se desobedece una orden de él o se incumple lo dictado en su evangelio. Gracias a dios existen hombres como Julio Correal, porque qué sería del rock sin la obediencia y la moral.