Los cumaraleños se sienten burlados ya que en elecciones anteriores el municipio contó con 42 mesas electorales y para la consulta popular del 4 de junio solo se autorizaron 22, lo que les dificulta la consecución del umbral. Además, en cada mesa estarían habilitados 980 ciudadanos, cifra ilógica puesto que una persona dispondría de menos de un minuto para votar. Usar solo un minuto para votar es prácticamente imposible, lo que llevaría a que en las 14 mesas del casco urbano solo pudieran votar 6.720 de los 13.366 cumaraleños que conforman el censo electoral en el área urbana.
Como una burla y desacato a la Constitución Política, a la Ley 134 de 1994 y la ley 1757 de 2015, y a la población cumaraleña, se ha interpretado la decisión de la Registraduría Nacional tomada mediante la Resolución No. 4467 del 2 de mayo de 2017, donde se estableció un número de votantes por mesa de 980 y teniendo en cuenta que tan solo aprobó 14 mesas para la cabecera municipal y 8 en el área rural.