Podemos creer que nos tocó vivir en un mundo ya terminado, un escenario que no se puede mover de donde está, y sin embargo, hay quienes no se conforman con lo que ven y se empeñan en alterar, a punta de ingenio, lo que se creía inalterable. Los argentinos Jorge Cacios y Jorge Reynal no creyeron en ese viejo refrán que nos dice que ‘ la plata mueve el mundo’ y crearon hace un año una página en internet que se llama YoFavor.com.
Este es un espacio virtual de intercambio para dar y recibir favores. Es la primera red social de intercambio de favores en donde se da y se pide lo que se necesita: desde clases de inglés hasta una bicicleta. Nada es por dinero. El sitio ya alcanzó los 7.000 mil seguidores en Argentina, México, Uruguay y Colombia, y se han hecho más de 300 favores. Esta página está vinculada a las redes sociales y en Facebook o Twitter se pueden conocer los testimonios de quienes ya la han utilizado.
Para explicar su funcionamiento los creadores dan un ejemplo: “Tengo una bicicleta que no uso y que quiero dar. Juan la necesita para ir al trabajo. Yo posteo la bicicleta, Juan acepta el favor y me lo agradece con puntos llamados Manos, en el sitio no hay dinero de por medio. En este caso me da 20 Manos de su cuenta. Con esas Manos puedo tomar clases de inglés con María o tomar la silla que ofrece José. Las Manos garantizan que se ponga en marcha una verdadera cadena de favores”, explican los fundadores.
Cuando una persona publica un favor que quiere ofrecer, puede decidir la cantidad de manos que quiere como agradecimiento, esto se llama Manos Fijas. O puede dejar que la persona que recibe el favor defina la cantidad de manos de agradecimiento: Manos a Gusto.
Nancy Molina conoció el sitio por un comentario en Facebook: “me dio curiosidad, visité la página y de inmediato me suscribí. El primer favor que ofrecí fue narrar cuentos en cumpleaños y fiestas infantiles, y el primero que acepté fue la temporada 1 de Dr. House”, relata, “la página es una excelente forma de conectar las necesidades de unos con la solidaridad de otros. Y cuando uno da con el corazón, el alma se reconforta y maravillosamente uno empieza a recibir”.
Ideas como esta producen efectos reales sobre la vida de las personas, cambian la lógica capitalista del dinero como una sombra que nos persigue día y noche. Estos proyectos en marcha son un alivio, un viento a favor que nos empuja, poco a poco, del mar de codicia que nos rodea por todas partes.
