La cercanía ideológica de César Castellanos y su esposa Claudia Rodríguez de Castellanos, y Álvaro es de viaja data. Fue su embajadora en Brasil en el 2004 hasta el 2005, de donde regresó para acompañar a su gobierno desde el congreso, como lo hizo siendo senadora electa del 2006 al 2010. Los cristianos de la misión carismática apoyaron abiertamente la candidatura de Álvaro Uribe en el 2002, y fue una fuerza clave en la coalición que se armó de facto para votar por el NO en el plebiscito. Sin embargo, y a pesar del agradecimiento por su hospitalidad que manifestó Uribe en el discurso, les aplicaron tarifa plena por el arriendo de la sede que usó el Centro Democrático en su convención. Algunos uribistas están bravos por los 25 millones de pesos que le tocó pagar al partido de Uribe por la sede, en la que caben 12,000 personas y los $18,000 pesos que cobraron por cada refrigerio, que fue un sándwich y una gaseosa.
El negocio de la los cristianos de Misión Carismática con la convención uribista
A pesar de ser aliados políticos, como lo fueron en la campaña del NO, los esposos Castellano le cobraron duro al Centro Democrático