En una noche de sábado terminaba de leer una importante novela colombiana cuya trama se desarrolla en el siglo XIX, y que muestra de una manera muy acertada la realidad de aquellos tiempos. Manuela de José Eugenio Díaz Castro fue el libro que me desveló ese día, pues mientras hacía un recorrido por los capítulos, un oscuro pensamiento asaltó mi mente: “en algún momento de la historia los relojes y calendarios debieron haberse detenido, porque a pesar de que estamos en el 2017, nuestras acciones, decisiones y nuestra cultura me hacen sentir que nos quedamos atrapados en el siglo XIX”.
Seguro muchas personas dirán que cómo se me ocurre hacer semejante acusación viendo todos los avances tecnológicos que hemos tenido hasta el momento. Pues sí, eso es cierto, pero es que no solamente se debe progresar en ese aspecto, pues la cultura, los pensamientos, las decisiones, la política, también hacen parte importante del buen recorrido de un país. De poco sirve salir a la calle con un iPhone si todavía se piensa que ser homosexual es una enfermedad.
Así que les explicare de la manera más breve que me sea posible el porqué de mi declaración.
1) En el siglo XIX las mujeres tenían una posición bastante desventajosa con referencia a los hombres y una de las reglas que predominaba era que ellas no podían salir a la calle sin su esposo, su padre, su hermano o cualquier otro macho que las acompañase, bastante fuerte diría una persona en el 2017.
Pero si nos sentamos a analizar constantemente estamos escuchando noticias del estilo de: “Dos mujeres fueron asesinadas cuando viajaban juntas” pero lo peor no es eso, lo malo es escuchar los comentarios de las avanzadas personas del nuevo siglo: “Es que quien las manda a salir solas”, ¡solas! Pero si iban la una con la otra, significa que iban juntas, lo que pasa es que en la Colombia del siglo XXI, la palabra acompañado se refiere a que deben estar escoltadas todo el tiempo por una persona del género masculino, porque de no ser así, la culpa es de ellas.
2) Mientras que el vestuario de los caballeros se componía de un pantalón, una camisa blanca, un sombrero, un poncho o saco y unas alpargatas, las damas debían portan unas pesadas enaguas acompañadas de un vestido larguísimo y totalmente tapado pues mostrar cualquier centímetro de piel aparte del rostro ya era pecaminoso e inmoral, bajo un calor infernal que seguramente las mantenía sufriendo todo el tiempo, pero que bueno que hoy en día las mujeres ya pueden vestirse como deseen, el problema es que cuando lo hacen sale al día siguiente en las noticias: “En los últimos meses ha aumentado el índice que jovencitas que han sido abusadas sexualmente”, y luego se oye a la gente: “para que salen vestidas así, nada más incitando a los hombres”, si, al parecer en la Colombia del siglo XXI hay que regresar a las viejas enaguas por que vestirse de manera cómoda es sinónimo que quieres ser violada.
3) En la novela Manuela existe un dirigente político (tirano) que maneja las leyes a su antojo, ya que crea y quita según le convenga a él y a sus aliados, además de que si quiere que alguien sea inculpado por algo implanta falsas pruebas y compra testigos, sin mencionar que a aquellos que no sean afines a sus ideas los desaparece, que en comparación con nuestro día a día pues observamos que los políticos, llámese congresista, senador, entre otros, manipulan las leyes a beneficio suyo y de sus amigos, y ni hablar de los falsos positivos, o las personas que tenían testimonios importantes en contra de altos mandatarios y curiosamente se suicidaron.
4) En el texto este tirano podía sacar de la cárcel a todos sus colaboradores pues la justicia solo funcionada unilateralmente, igual a como sucede en el siglo XXI puesto que nunca habrá motivos suficientes para mandar presos a los dirigentes que tienen uno que otro crimen encima de sus hombros.
5) La protagonista del libro le dice: “… Estos no saben que es votar, no saben por qué votan, no lo hacen si no los obligan, les ruegan o les pagan, pero no se preocupe que yo le consigo esos votos con una botella de aguardiente. ” Quizás les suene familiar, comprar votaciones con licor, tamales, plata, favores, o incluso que vayan a las urnas personas que ya fallecieron.
6) Los homosexuales no son aceptados en la sociedad, luego de dos siglos las personas ya deberían ser culturalmente avanzadas, pero si Disney pone un personaje abiertamente gay en sus películas o Bancolombia saca una campaña donde una de sus vallas tiene una pareja del mismo sexo la mitad del país se escandaliza, censuran y prohíben la película y cancelan sus cuentas bancarias.
Pero bueno así es como vivimos en el país del sagrado corazón y si las cosas siguen teniendo el mismo rumbo que han tenido hasta ahora, por muchos tiempo más seguiremos… atrapados en el siglo XIX.
