El aeropuerto internacional Alfonso Bonilla Aragón cambia su cara gracias a la nueva modernización que va a tener. Desde comienzos del 2014 se iniciaría esta gigantesca mega obra. La remodelación si todo sale como planeado, tiene una duración estimada de 6 años. Ya se debió haber firmado el acuerdo entre Aerocali & la Aeronáutica. Se estima que tendrá un costo de 200.000 millones de pesos y su proyecto será divido en tres fases.
El director Santiago Castro resalta que esto es un avance muy importante para la región. Debido a que este proyecto cuando logre estar en pie jalonaría el desarrollo productivo y lograría impulsar la actividad comercial por el puerto de Buenaventura. También comento que con esta nueva y moderna terminal aérea lo pondrá a la altura de cualquier aeropuerto de talla mundial.
La primera de las tres etapas, es la remodelación del edificio actual donde se encuentra actualmente el aeropuerto, en el cual dispondrá de nuevos sistemas eléctricos y de acueductos. Además se modernizarían las salas de espera para los viajeros. La segunda etapa es la más larga y la que más se debe trabajar. Esta tiene que ver con la integración de un nuevo edificio el cual ira al lado del reformado antiguo edificio de la primera etapa. Este operara la ala internacional y tendrá la capacidad para 14 puertas de abordaje. También contara con un muelle internacional de 20.800 metros cuadrados, 42 módulos de atención. Además se integrara 12 nuevos puestos de inmigración & migración dotados con lo último en tecnología. Unos 3.000 mt2 serán utilizado para los parqueaderos. Otro de los puntos del segundo tramo, es la construcción de una plataforma la cual tenga capacidad para el parqueo de grandes aviones como el novedoso Airbus 330. Esta plataforma también cuenta con su propio cuartel de bomberos, listos para cualquier ocasión. La última etapa de esta mega construcción hace énfasis en la parte legal, cuyo objetivo sea la certificación nacional e internacional de este complejo aéreo.
Esperemos que este gran proyecto no sea cubierto por la sombra de la corrupción ni sea parte de un carrusel de contrataciones, tal como le sucedió al aeropuerto internacional El Dorado de la capital de la república. Mejor dicho no queremos ni a los Nule ni nada por lo parecido.