A los seguidores del presidente Uribe los tengo clasificados en tres ramas: uribistas (simpatizantes), furibistas (seguidores fanatizados), y uribestias (seguidores que cometen errores garrafales al hablar u opinar). De estos últimos, los uribestias, vamos a ocuparnos.
Hace poco el senador del CD, José Obdulio Gaviria, el primo de Pablo Escobar, tuvo que rectificarse debido a unas acusaciones difamatorias que lanzó contra un bufete: "Para nada que el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo haya sido defensor de las causas de las Farc en tribunales internacionales y locales en contra del Estado". También arguyó que él nunca había dicho "que el Cajar tenga o haya tenido actividad guerrillera, ni mucho menos haya apoyado a las Farc. Si así se entendió, me retracto expresamente de las afirmaciones que dieron lugar a esa interpretación".
Pero años antes el pseudo filósofo paisa había calumniado a Antanas Mockus, que escribió en una columna que “Los niños y niñas tienen derecho a ser deseados o deseadas, por lo que es impostergable una política pública en materia de salud sexual y reproductiva". Después de leer el artículo José Obdulio, demostrando sus dotes para la comprensión lectora, manifestó: “¿Con qué nos saldrá ahora para explicar ese Manifiesto Pederasta?”. Mockus argüía que los niños y niñas deberían llegar a este mundo por expreso deseo de sus padres, no por accidente, y José Obdulio interpretó que se estaba hablando de deseo sexual de un adulto para con los niños. Más bruto, imposible.
Pachito Santos, que lee el periódico al revés, fue engañado en 2014 por una publicación del portal humorístico Actualidad Panamericana (para que vayan viendo lo que leen los uribestias). En su cuenta de Twitter, el exvicepresidente publicó una crítica al SITP, adjuntando un vínculo del portal de humor. Las burlas y el matoneo en contra de Pachito no se hicieron esperar. Y fueron tantas y tan crueles que el pobre tuvo que decir “Hombre, me equivoqué”. Y años antes, en un debate en el programa Voces RCN, Pachito dijo: “Para terminar con las manifestaciones hace falta innovar, hay que utilizar armas de represión no letales como las que producen descargas eléctricas". Es decir, innovación para Pachito es electrocutar a los manifestantes. ¡Debería reclutarlo Google!
Pero Pachito no ha sido el único uribestia que ha caído en las garras de Actualidad Panamericana; también cayeron Juan Carlos Vélez, que criticó la legalización de la marihuana en USA basándose en una falsa noticia de ese portal; el almirante (r) Gabriel Arango Bacci, que criticó la supuesta petición de los jefes de las Farc para que les reconocieran para la pensión el tiempo que permanecieron dando plomo en las selvas de Colombia; y hasta el mismísimo Uribe, que basándose en un meme en el cual supuestamente el Daily News titulaba “GANÓ EL TERRORISMO EN COLOMBIA, PRESIDENTE REGALA PATRIA A LAS FARC”, escribió en su cuenta de Twitter: “Así escriben en el extranjero sobre la claudicación”.
El Senador cordobés del CD, Daniel Cabrales, después de la tragedia de Mocoa, trinó: “El día de ayer se registró una avalancha en Tumaco, digo, en Mocoa, donde dan parte de ya más de veinte muertos y donde, según me cuentan, fue provocada por dinamita explosiva depositada por las Farc”.
En fin, cada vez que los uribestias dan declaraciones o trinan en las redes sociales la embarran con c. Por eso el mensaje de la senadora María Fernanda Cabal (aquella que alguna vez dijo que el “ejército era una fuerza letal que entraba a matar”): “¡Estudien, vagos!”, es un consejo para todos los colombianos: “¡Estudien, vagos, para que no sean uribestias, como nosotros”.