Esto ya es el colmo de la estupidez y la ignorancia. Pero qué se puede esperar de una organización permeada por criminales que asesina a sus propios líderes (aunque lo niegue). Primero, “... en pro de un partido que en nada beneficia a nuestra institución América de Cali”. Al América no lo afecta ni lo beneficia que este partido se dispute en el Pascual Guerrero, saben por qué? porque la institución que registra como propietaria del estadio es la Universidad del Valle y se supone que lo maneja el Municipio: quien juega en el Olímpico Pascual Guerrero de Cali lo hace porque lo ha ALQUILADO.
Terminaron muy mal el comunicado y lo empezaron peor. “Como barra organizada estamos en completo desacuerdo”, tremendo chiste. Es como si las barras de Millonarios o Santa Fe se hubieran opuesto a que La Equidad usara El Campín para enfrentar al América porque sabían que la hinchada roja era mayoría. Cortuluá, desde antes de iniciar el torneo, suscribió ante Dimayor la necesidad de jugar en el Pascual y así lo ha hecho; por eso el domingo ofició como local ante un equipo de la ciudad. Por la enorme cantidad de hinchas de Nacional en Cali, Valle y regiones cercanas, Atlético Nacional de Medellín será local y ese no es un argumento para modificar el lugar del encuentro.
Ahora viene la amenaza, lo más grave: “No asumimos ningún tipo de compromiso de buen comportamiento de parte de los jóvenes barras ni garantizamos buena convivencia”. Claro que no lo harán. Cómo hacerlo cuando ellos mismos promueven el “Muerte al panadero” o el MAV (Muerte al vaginal); fíjese en los muros de esta ciudad y encontrará esas frases. Cómo hacerlo cuando en las reuniones de los bloques hablan de que si ven a un hincha con la camiseta del rival y está “rayado” (tatuado), “hay que tirar a matarlo”.
Por este tipo de pensamientos es que utilizar la camiseta de un equipo de fútbol en Cali es un peligro inminente. Personas que se escudan detrás de una camiseta para delinquir existen en todas partes pero en Santigo de Cali la situación cada vez es más extrema. Puñaladas y disparos que se excusan en una rivalidad futbolera.
La frutilla que adorna el pastel: “No estamos con esto dando a entender que reaccionaremos de forma violenta”; por supuesto que sí lo hacen. Están AVISANDO lo que sucederá y de hecho están haciendo que sus integrantes pongan su mirada en los hinchas de Nacional; seguramente muchos integrantes se enteraron de que el equipo Paisa jugará en Calí sólo a través de esa nota. Por el bien del fútbol, Cortuluá vs Nacional SE DEBE JUGAR EN EL PASCUAL. No hacerlo sería darle el poder a los violentos (que siempre serán la minoría). Cali debe recuperar su condición de “ciudad cívica” de la que tanto hablan nuestros abuelos.
Y estas no son palabras bonitas o una moraleja para terminar un cuento. Es que yo quiero ir con mi camiseta del Cali a cualquier tribuna del estadio el día que se juegue de visitante contra América; es que yo quiero llevar a cualquier amigo, vecino o conocido con su camiseta del América el día que mi equipo juegue en Palmaseca. ¿Es tan dificil? Quiero que reconozcan a Cali como una ciudad futbolera que sabe disfrutar con respeto, no como la cuarta ciudad más violenta del mundo. Alguna vez alguien en el exterior me dijo, “vienes de Cali cierto, esa ciudad es muy peligrosa”. Y yo que quería hablarle de fútbol.