Existe una absurda estrategia política que consiste en dejar que los líderes políticos de gran, mediano y pequeño caudal electoral se desgasten, acaben sus ahorros, se queden sin empleo y pierdan su autoestima. Todo para esperarlos en la recta final de cada campaña política y mal pagarles sus trabajos electorales. Ahí se les trata de manera indigna y sin respeto a su trabajo histórico y social, el cual ha sido un constructo colectivo, basado en su trabajo con esfuerzo, amor, excelente servicio social, comunitario y comunal, lo que los ha convertido en un referente muy alto ante sus propios liderados o fieles seguidores, que los siguen a ciegas por donde estos líderes deciden trabajar.
Es triste escuchar a líderes, de gran peso electoral y de gran trabajo social y político, cuando expresan que solo los utilizan en tiempos de elecciones. Luego de eso ni el saludo les dan, ni una llamada les responden. Cuando les dan una cita y logran hablar con el político, les dicen que no pueden solucionarles su solicitud, pero que en quince días les dan una la solución. Puede ser un servicio en la Alcaldía, un descuento de impuestos, una beca de estudios, un servicio de cirugía, una recomendación para un empleo, un apoyo económico para asistir a una diálisis en Montería, un puesto de trabajo en Jaguazul o en el Hospital, entre otros. Así, estos amigos se regresan para sus casas con las manos vacías, pero con el corazón lleno de ilusiones. Transcurridos los quince días se frustran, ya que no les cumplen nada porque quienes les prometieron son más mentirosos que una moneda de cuero.
Es así como funciona la dinámica de la estrategia absurda, indignante y criminal de estos políticos despiadados y desalmados que hoy ostentan el poder; que no recuerdan cuando tuvieron hambre, cuando eran pobres y tenían necesidades de un apoyo electoral; que en su momento, se mostraban como la gran solución a la vieja y clientelista maquinaria política de turno. Pero que hoy nos damos cuenta, que salió peor, que los anteriores mandatarios. Ya que antes el municipio tenía una economía en auge y crecimiento, ya que todos los ciudadanos tenían acceso a cargos públicos. Los contratistas eran del municipio y eran personas externas a los políticos de turno, pero ahora, en este gobierno municipal todo el presupuesto público se queda en dos familias. No hay oportunidades para más nadie, sino para cierto grupito cerrado. A raíz de este monopolio cerrado de dos familias, que se apoderaron del presupuesto de todos los Montelibanéses, es que la economía del pueblo está quebrada, y por ende, los habitantes están aguantando física hambre, en su gran mayoría.
Es el momento amigos, que hagamos un acto de dignificación del trabajo social, comunitario, comunal y político, y le digamos a estos burros cargados de plata, no más engaños y mentiras. También, que les digamos a través de una organización social, comunitaria y política, que nosotros somos más que ustedes, somos mayoría, estamos más y mejor preparados que ustedes, y que Dios y el Pueblo está con nosotros, para apoyarnos y tomarnos el poder político en Montelíbano, y si Dios quiere, poner el próximo alcalde.
#MontelíbanoySusLideresMerecenRespeto