Una protesta en Venezuela deja varios muertos. Un tiroteo en París deja un policía muerto y otro herido. Estados Unidos y Corea del Norte llevan una semana tentándose. Minas y municiones sin detonar provocan muertes y mutilaciones en la población que huye de combates en Siria.
En medio de toda esta violencia el Dalai Lama tuitea:
“Mientras el desarrollo material contribuye a la comodidad física, la comodidad mental depende de la compasión, la cual se expresa como no-violencia.”
Al mismo momento, la modelo y estrella de televisión, publicó el siguiente tuit:
“La gripa puede ser una dieta excelente. Muy feliz de que haya llegado a tiempo para la gala del Met.”
Medios de comunicación, celebridades y gente del común calificaron el tuit de absurdo (por no decir otra cosa)… y esta no es la primera vez que Kim sale a decir estupideces… sin embargo, ella tiene más de 51 millones de seguidores en Twitter mientras que su Santidad tiene tan sólo 13 millones a pesar de que sus mensajes son relevantes y los de ella completamente irrelevantes.
Esto explica por qué alguien tan soez y vacío como Trump llega a la Presidencia del país más “poderoso” del mundo. No sé si a Kardashian la seguimos porque nos hace reír con sus idioteces o porque somos idiotas. Lo mismo con Trump.
¿Qué podemos esperar de un mundo donde los principios y los valores se pierden entre la vanidad y el poder? Kardashian y Trump dicen cosas sin pensar, sin medir las consecuencias. Dicen cosas como sin darse cuenta que están construyendo un imaginario dañino para los jóvenes y la sociedad.
Mientras personas como Kim le sigan ganando las discusiones al Dalai Lama en Twitter, la Tercera Guerra Mundial está a la vuelta de la esquina.