Antes de que comiencen en firme las explotaciones y comercializaciones de energías, alternativas y renovables, debe aprobarse y promulgarse una ley que disponga y determine la participación de los territorios municipales, departamentales y los resguardos indígenas. Por lógica, lo anterior no debe pasarse por alto, tampoco deben descuidarse los derechos legales que se constituyan en favor y beneficio para el desarrollo y progreso, de los territorios, donde se ejecute la generación de energís eólica, solar y otras no convencionales.
La Guajira, por bendición de Dios, ha resultado premiada por la naturaleza, en beneficio del futuro que se avecina. En muestreo de escáner satelital, en la “bolita del mundo”, el territorio peninsular de Colombia, la Guajira, es el lugar predilecto para las generación de energía garantizada a base de sol y aire, que constituyen el combustible energético.
En concordancia con la dimensión y extensión territorial, la Guajira se coloca en el primer lugar en el mundo en generación simultánea de energía solar y eólica, amparada y certificada por la Asociación Mundial de Generaciones de Energías Renovables, avalada por la ONU. El primer encuentro internacional de energías renovables, efectuado en la Biblioteca Héctor Salah Zuleta del Distrito de Riohacha, al final del mes de marzo, marcó la pauta de los interesados en participar de las inversiones competitivas en la Guajira para las explotaciones de energía eléctrica, limpia, descontaminada, que sustituirá el uso de combustibles fósiles a base de hidrocarburos. El número de extranjeros que participaron en el encuentro pasaba del centenar. Eran por lo menos 350 asistentes, tanto nacionales como extranjeros (Holanda, Italia, España, Portugal, Alemania, India, China, Israel, Arabia, Estados Unidos, Brasil, Canadá, Ecuador, Chile, Uruguay, Argentina, Perú y Colombia). Nuestro país estaba representado por los operadores de energía tradicional como EPM, la Empresa energía de Bogotá, ISA y otras.
Por la asistencia de personas calificadas en el tema se deduce el interés e importancia que tiene el departamento de la Guajira. Este está asediado por su ubicación, posesión y generación revolucionaria de energías alternativas, con perspectivas de generar y acumular cantidades suficientes para abastecer usuarios y consumidores, residenciales, industriales, comerciales y prestadores de servicios. Se calcula que la Guajira puede proveer la cantidad de energía suficiente para iluminar el territorio nacional.
La falta de reglamentación de beneficio mediante ley, en favor de los municipios de la Guajira, no deja de generar dudas e incertidumbres. Lo ocurrido con el arrebato y apropiación de las regalías de gas y carbón que se transformó en mermelada para favorecer a los parlamentarios de coalición y alianzas híbridas, no puede volver a suceder. En el referido asunto, las cosas no podrán ser iguales. Los guajiros no podemos permitir que lo que Dios nos concede, otros se los sustraigan.
O mejoramos o que nos trague la tierra, apoyemos los proyectos generadores. Después que promulguen la ley que dispone los beneficios tributarios, compensatorios, retributivos y preferenciales, de consumos y libertad, de precios local, para los usuarios, consumidores y proveedores, erradiquemos los monopolios de generación, transporte y comercialización. Las ofertas de costos diferenciales deben prevalecer en el negocio eléctrico para consumo.
En el mercado de energías renovables, la Comisión Reguladora debe ser menos drástica en el manejo y venta del producto. No debe coartar, ni limitar la libertad, en las relaciones de usuarios con proveedores, en lo relativo a precios y términos contractuales. Que no vuelva a ocurrir en la Guajira lo que ocurrió con los servicios de gas y energía eléctrica, cuyo valor o precio en Bogotá era inferior que en los municipios del departamento, a pesar de ser fuente de generación y producción. Con la implementación de la energía alternativa se reducen costos de transmisión, canasta familiar y se adquiere la opción de autogeneración del consumo, reduciendo costos domésticos.
La industrialización y el turismo se implementará e incrementará en la Guajira. Florecerá la agroindustria, el comercio y transporte marítimo, cuyas actividades requieren de múltiples servicios en las operaciones. Los guajiros debemos ser los primeros en incorporaciones laborales en el territorio peninsular, con volúmenes no inferiores del 70 % de las vinculaciones en los distintos grados de empleos y contratos.
