Aunque es prematuro decir que ya hay un claro ganador de las elecciones, sabemos que según las últimas encuestas ha sido el personaje político con mayor intención de voto. A pesar de esto, la campaña aún no la tiene ganada, varios analistas políticos y periodistas han sido enfáticos en decir que para asegurar su triunfo en las elecciones del próximo año necesitará apoyo en segunda vuelta, ya sea de la Unidad Nacional o del Uribismo.
Previamente, Vargas Lleras se desempeñó durante dos años y medio como ministro en el Gabinete de Santos en dos carteras. Luego, fue Vicepresidente de la República y para nadie es un secreto que en los dos años y medio que estuvo en este cargo aprovechó para cimentar su candidatura a las Elecciones Presidenciales del 2018. Actualmente está en el momento más importante de su carrera política, es ahora o nunca el momento de ganar el cargo que dos de sus familiares han ocupado y para el que se ha preparado toda su vida, a pesar de su fallido intento en las elecciones del 2010 (quedó de tercero en votación).
Ser miembro de Cambio Radical tiene su lado positivo y negativo. El lado positivo ha sido que no cabe duda que es el máximo líder de esta colectividad y que cuenta con su total respaldo, sea como candidato o como Presidente, si llegara a ser el caso. También es cierto que este partido político ha sido el que más ha crecido en los últimos años (como se evidenció en las elecciones regionales del 2015), más que todo en la Costa Atlántica, donde tiene el apoyo de muchos caudillos regionales y donde se destaca uno de sus más poderoso alfiles, el alcalde de Barranquilla, Alex Char. Por otro lado, el lado negativo de pertenecer a esta colectividad es que han sido numerosos los escándalos de corrupción y dudabilidad de los avales de Cambio Radical a algunos candidatos en las regiones, lo cual puede afectar a su imagen política, la cual ha disminuido drásticamente en los últimos meses.
Su imagen política ha descendido por diferentes motivos como lo son: la ignorancia que le prestó al tema del proceso de paz con las Farc, donde no se le vio animado como los demás que trabajaban el Gobierno Santos y donde apoyo el Sí a regañadientes. Pasear por estos dos costados fue un gran riesgo ya que los que votaron por el "Sí" les pareció que le faltó más compromiso con el proceso y los que votaron por el "No", que su inconformismo no fue suficiente. También, su imagen positiva descendió por su malgenio, el cual a veces no controla, como pasó con el episodio en el que le pegó un "concorrón a su escolta. Regañar a los políticos de la Costa como así mismo lo afirmo Alex Char y pertenecer a un Gobierno con indices de impopularidad muy altos, desgastado y ya dándole el sol por la espalda, le ha pesado. Aunque lidera la intención de voto, también hay que destacar que su imagen desfavorable duplica a la favorable, y esto le podrá costar mucho, no tanto en primera vuelta, si no en la segunda.
Lo que sí sabemos es que la carrera política a la Presidencia hasta ahora empieza. No hay claros ganadores, lo único que es muy probable es que haya segunda vuelta. Vemos al Uribismo sin su candidato, Ócar Iván Zuluaga; a los partidos de la Unidad Nacional fragmentados por sus intereses en llegar a la presidencia; a una centro-izquierda uniendo esfuerzos como en el caso de Sergio Fajardo y los senadores Jorge Enrique Robledo, Claudia López y Antonio Navarro, y también a una izquierda también fragmentada, donde está Gustavo Petro, Piedad Cordoba, y tal vez las FARC.
En conclusión, el mayor filtro está en la primera vuelta. Quien logre asegurar un cupo a la segunda, tendrá que hacer alianzas con los otros candidatos para asegurar su triunfo. De lo contrario, solo sería muy difícil conquistar la Presidencia. Estas serán unas de las elecciones más reñidas de los últimos años.