El departamento de Sucre ha estado en la mira de los medios de comunicación nacional por escándalos relacionados con los denominados “carteles”. Estos ponen en duda la idoneidad de los funcionarios, quienes en la mayoría de los casos son cuotas políticas, para desempeñarse en los cargos donde han sido asignados para ejercer labores.
Pues bien, en el Concejo de Sincelejo se libra una batalla campal digna de alquilar balcón. El Concejal Luis Oreste Baracchi (Liberal) citó a un debate de control político a Tirso Miguel Quintero Ovalle, representante de Consultores Unidos S.A., firma interventora del contrato de recolección de residuos sólidos en el municipio de Sincelejo; que por tanto es socia del municipio en la verificación del cumplimiento de dicho contrato, ejecutado por INTERASEO. Hasta este punto no hay nada nuevo en la dinámica de un cuerpo colegiado de elección popular. Sin embargo, aparece una contraparte, llamada Sebastián Vergara Guzmán, concejal avalado por el Partido Conservador Colombiano. Él es conocido como “El irresponsable”, también como el niño mimado del ex congresista Yahir Acuña Cardales, es hijo del ingeniero Germán Vergara propietario de la firma V&G y además ingeniero residente de la interventoría que maneja Consultores Unidos S.A.
El día 1 de abril, el Concejo sesionó como reposa en el acta número 047. Se tocaron temas como las funciones de la mesa directiva del período constitucional del año 2017, entre otros. En ese espacio se destacó la intervención del Concejal Baracchi, quien dijo: “pienso que abstenerse de firmar la resolución de pagos de honorarios justificándose porque su papá le dijo que no firmara es una decisión que va en retaliación por la citación de control político que se le hizo al interventor de INTERASEO, posición que considero que es una falta de respeto con el recinto pues este está incidiendo en decisiones que son únicas de la función que se le asignaron al primer vicepresidente, los concejales que votaron y le dieron el respaldo brindándoles su confianza, por lo que alzo mi voz de protesta conminando a que presente su renuncia como primer vicepresidente de la mesa directiva”. Al finalizar la sesión, los cabildantes le consultaron al concejal Vergara Guzmán sobre el pago de sus honorarios a lo que él respondió: “Mi papá me dijo que no firmara”, lo cual hacía referencia al acto administrativo que ordena el pago y que debe firmar la mesa directiva para el pago de honorarios de los concejales.
Mientras que el presidente de la corporación, Manuel Barrios señaló: “el concejal Sebastián Vergara me confesó que no iba a firmar ningún acto administrativo que emitiera la mesa directiva por el conflicto que tenía con el concejal Baracchi, atendiendo a que su progenitor y asesor le había sugerido que no lo hiciera. En ese orden de ideas, le pido responsabilidad a Vergara Guzmán porque la afirmación que ha hecho es grave”. Los concejales tomaron lo anterior como represalia por el citado debate de control político a INTERASEO y la empresa interventora. Así pues, ante este acto de rebeldía iniciamos una investigación, en la cual concluimos que el municipio de Sincelejo suscribió un contrato con Consultores Unidos S.A. por 30 años bajo la referencia CM 010 DE 2009. El valor piso de este es $ 200.000.000 moneda corriente nacional y es sobre el 3.5 % del recaudo mensual. Esto ocurrió cuando ejercía como alcalde Jesús Paternina Samur.
Nos dimos a la tarea de leer no solo el contrato sino también los informes que presenta la auditoria y encontramos hallazgos particularmente extraños. Por ejemplo, en 8 años no ha habido un solo reporte técnico–operativo en contra de INTERASEO. Todos los reportes informan observaciones positivas, lo cual deja en evidencia la poca objetividad con que se realizan. Durante 7 años la conclusión de los informes ha sido la misma, decir que el operador ha venido cumpliendo en términos generales con la prestación del servicio. Además, algo mucho más polémico es la cantidad de escombros reportados por INTERASEO, la cual no coincide en ningún año con la cifra que reporta la interventoria. La diferencia es abismal, como muestra: en noviembre de 2016 INTERASEO reportó 0, mientras que la interventoria, 573.27 toneladas.
Ante esta eventualidad decidimos buscar la voz oficial de la empresa y quedamos esperando una llamada de respuesta para concertar la entrevista y en tres ocasiones visitamos la supuesta sede en Sincelejo de la firma interventora. Nunca encontramos a ningún funcionario, ni siquiera una secretaria que nos diera información al respecto. Así que nos fuimos a la Cámara de Comercio y solicitamos un certificado de existencia en Sincelejo, ¡oh sorpresa! Esta no cuenta con agencia sede, sucursal o establecimiento de comercio en la ciudad, por lo cual concluimos que se ejerce una interventoría a distancia lo cual es técnicamente imposible.
Esperaremos el debate de control político en el Concejo de Sincelejo para escuchar la respuesta sobre los cuestionamientos que deja este contrato. ¿Estaremos frente a otro nuevo cartel de corrupción? Amanecerá y veremos.
