El presidente Trump cerró el dia de ayer con un ultimátum con aroma de chantaje: había llegado la hora de votar, sin más discusiones el programa que sustituiría el Obamacare: Ley de Cuidado de la Salud. Fue más lejos cuando le advirtió a la bancada de su partido que de no salir avante con esta votación el Obamacare se mantendría intacto y no entraría en la dinámica de reformarlo. Los republicanos requerían 216 votos para pasar el nuevo proyecto y a pesar de tener una bancada mayoritaria de 238 republicanos, los congresistas no obedecieron la orden presidencial. El gran derrotado además de Trump, quien ha guardado silencio en su cuenta de Twitter que solo usa para dar mensajes triunfalistas o impartir órdenes fue Paul Ryan, el presidente de la Cámara de Representantes quien se la había jugado por esta iniciativa.
El primer gran revés de Donald Trump que lo tiene fuera de control
El Presidente creyó asestarle un golpe mortal al programa de salud Obamacare pero ni siquiera el chantaje que le hizo a los Republicanos le sirvió