Críticas y elogios es lo que ha recibido el nuevo proyecto de ley presentado en el Parlamento de Italia que busca que las mujeres que argumenten dolores menstruales puedan tomarse tres días de licencia pagos cada mes. Para muchos la idea es revolucionaria y debe ser aprobada. Sin embargo, para otros, es una pésima idea que va a expandir el machismo y la desigualdad ya existente en el ámbito laboral.
En Italia, las mujeres son las que menos participan en la fuerza laboral solo el 61% de las mujeres trabaja. Esta iniciativa puede agrandar la brecha entre sexos porque vuelve a la mujer menos competitiva a la hora de pelear por un empleo. En Italia el 25% de las mujeres son despedidas durante el embarazo o poco después de dar a luz a pesar de ser ilegal. Además, para las feministas que se han pronunciado, la incapacidad puede volver a las empleadas un blanco de críticas y alimentar el estereotipo de que las mujeres, durante su periodo, son más sensibles.
Los defensores del proyecto creen que es una buena iniciativa porque las mujeres ya se toman días libres por sus dolores menstruales y la ley sólo facilitará el camino para hacerlo y consideran que la licencia es un gesto humano que reconoce el dolor físico por el que algunas pasan durante su ciclo.