Horas después de que Rafael Uribe Noguera asesinara a la niña Yuliana Samboní sus hermanos, Francisco y Catalina, habrían accedido a sus celulares y borraron las conversaciones que tenía en su WhatsApp entorpeciendo la investigación.
La denuncia fue interpuesta por la Fiscalía ante el juzgado 68 penal de garantías de Bogotá imputándole el delito de ocultamiento, destrucción y alteración de pruebas lo que los llevaría a pagar 12 años de cárcel.
Tanto Catalina, como Francisco, se declararon inocentes.