Tal vez la podríamos llamar una estrato seis de la televisión por el rol de niña rica y mujer clase alta que lleva a cabo en la mayoría de las series y novelas en que ha participado, o la actriz poco accesible por su imagen antipática creada en los medios televisivos; pero la verdad, es que María Cristina Pimiento es una persona amable, que nunca le niega una fotografía a sus seguidores y que simpatiza con quienes la siguen paso a paso en el cine, el teatro y la televisión.
María, como es llamada por sus amigos es administradora de empresas pero actriz de vocación y corazón. Desde que estaba en el colegio sintió atracción por la actuación, sacrificándose a diario con el fin de conseguir sus metas y llegar a ser una gran actriz. Es así, como desde hace muchos años es normal su imagen en la pantalla chica, el cine y el teatro.
En sus años de colegio y universidad optaba por divertirse como la mayoría de los jóvenes compartiendo con sus compañeros, saliendo los fines de semana a bailar sin dejar a un lado las duras jornadas de grabación, que en muchos casos comenzaban antes de las 7 de la mañana y terminaban sobre la media noche.
En el año 2003 llega Amor a la Plancha, serie de televisión protagonizada por Marcelo Cezán y Kathy Sáenz en la cual María Cristina llevó a cabo el papel de Catalina Zuleta, la hija de Mariana y Eduardo. Este personaje la llevó a ser galardonada con un India Catalina. De ahí en adelante fue reconocida como la niña cata.
Pero su carrera apenas empezaba, Cristina Pimiento ha trabajado en gran cantidad de series, películas y novelas tales como: El Día de la Suerte, Escobar el Patrón del Mal, Corazón Abierto, Las Santísimas, El Capo, Marido a Sueldo, Te Voy a Enseñar a Querer, Perder es Cuestión de Método, Dios los Junta y Ellos se Separan y Mujeres Asesinas, siendo esta última la que más recuerda porque en ella le dieron la oportunidad de llevar a cabo un papel distinto a los realizados anteriormente.
En la actualidad estudia un posgrado en el Actors Studio en Nueva York. Ciudad donde piensa quedarse a vivir según ella porque está llena de oportunidades para la labor que desempeña. Sin embargo extraña de Colombia sus hermosos paisajes y el cielo de Bogotá.
En su rol personal se considera una persona seria, responsable, un poco malgeniada; a quien le encanta viajar pero también disfruta bastante con pequeñas cosas como una buena comida, leer un buen libro, ver películas y salir a bailar. Su familia es parte fundamental en su vida, los visita con mucha frecuencia.
María Cristina es una mujer muy espiritual, agradecida con Dios por todo lo que le ha dado y con las personas que han aportado un grano de arena en su carrera actoral. Se define como una mujer inteligente que gracias a experiencias personales ha logrado cultivar la humildad, también siente que es bastante amorosa y muy entregada a Jesús.
La detención de su padre es lo que más la ha entristecido, pero a la vez le sirvió para madurar y afrontar con mayor responsabilidad los retos que le pone a uno la vida.
Ella es María Cristina Pimiento, la actriz, mujer, hija, amiga y novia que se esmera por lo que quiere, hace las cosas de la mejor manera posible, disfruta de la vida luchando por sus sueños. La mujer de ojos grandes y mirada alegre que se antojó cuando niña de entrar al mundo de la actuación y ahora es catalogada como una de las grandes actrices de la televisión colombiana y ojalá muy pronto internacional.