Demos el primer paso.
¿A dónde? -pregunto yo-.
¿A dónde damos el primer paso? -insisto-.
Si quieren les cambio la pregunta:
¿Hacia dónde damos el primer paso?
Siempre como publicista me han molestado esos conceptos publicitarios que plantean una invitación o una motivación -como en este caso-, sin definir el destino.
Sin cerrar el circulo.
"Demos el primer paso" es una frase que lo deja a uno en el limbo, con esa sensación de que es una frase inconclusa.
Y por tanto, deja a la libre interpretación de cada uno como la quiera redondear; por ejemplo:
"Demos el primer paso para reconciliarnos"...o "Demos el primer paso para cambiar la constitución"...o "Demos el primer paso para que los terroristas se queden con la mitad del país"...o "Demos el primer paso para impedir que la Guajira y el Chocó, sean departamentos fallidos"... o...lo que usted quiera concluir.
Porque la frase inconclusa está.
Y lo planteo así, desde el punto de vista político, porque ese viaje del Papa exclusivamente a Colombia y por 4 días para luego regresar de inmediato a Roma, no es para nada una visita apostólica -como reza el afiche que lo promociona-, ni pastoral, ni para aumentar el número de creyentes en una religión cada vez más y más desprestigiada.
Es a todas luces, una visita política, así nos quieran hacer ver lo contrario todos los políticos del gobierno Santos de cuello blanco, y todos los sacerdotes de la iglesia y sus santos, también ellos de cuello blanco.
Y dicha visita está programada para septiembre, mes en que el ambiente pútrido político estará en pleno hervidero y la tensión social y económica templada como cuerda de violín.
Esa visita papal sera una "Fumata" blanca, como la que anuncia que "Habemus Papam", y será una perfecta y espesa cortina de humo que dificulte ver el negro panorama.
El posconflicto, aparte de estar más enredado que un costal de anzuelos, da la sensación de estar pegado con babas.
los niveles de opinión de las recientes encuestas, muestran que el casi el 75% de los colombianos, no creen en los acuerdos de paz, ni en su implementación.
Y lo peor aún, ni las mismas Farc lo creen.
Por eso están atrincherados en sus zonas donde nadie puede entrar, y conservan las armas.
Yo pensé, que el primer paso ya se había dado hace muchos años, cuando decidieron sentarse a negociar, o que el primer paso se había dado con la primera firma de los acuerdos en La habana, o la segunda firma en Cartagena, o La tercera firma en el teatro Colon en Bogotá.
Yo estaba convencido de que ese primer paso ya lo habían dado el gobierno Santos y las Farc hace mucho tiempo...pero al parecer por los índices de incredulidad de los colombianos y hasta de las Farc, no parece ser así.
Tal vez ellos saben que Santos con su bien ganada fama de mentiroso, corrupto "enmermelador" y recomprobado traidor, al final forzado por las circunstancias, les va a hacer el conejo que él nos hizo a los colombianos en el plebiscito.
Por eso, -pienso yo-, que Santos al ver el panorama de desprestigio a su alrededor por sus mentiras sobre el proceso y sus actos corruptos con Odebrecht, llamó al Papa y le suplicó, que viniera a Colombia porque su presencia, sus homilías y sus entrevistas hablando de paz, de reconciliación, y su voraz deseo por esa foto junto con el Papa y "Timochenko", es el empujón definitivo para que los colombianos cierren los ojos y den un salto de fe.
De que Santos, lo llamó, le suplicó y le rogó, a mi casi que no cabe la menor duda. ¿Por qué?
Porque el Papa ya había afirmado hace un año, que hasta que no ganara el SI en el plebiscito a los colombianos y el reconocimiento a nivel internacional, él no vendría a Colombia pasándose por su faja blanca, la voluntad del pueblo colombiano.
Pero ganó el NO y aún así el Papa cambió de opinión y viene a Bogotá, Medellín, Cartagena y Villavicencio.
No al Choco. No a la Guajira.
Lo traen para que vea desde Monserrate a Bogotá atardeciendo e iluminándose...a Medellín, para que vea lo que es una ciudad ejémplo en el mundo... a Cartagena para que de misa en la iglesia de San Pedro en la bella ciudad amurallada y a una cena teniendo como fondo el imponente y majestuoso Castillo de San Felipe, iluminado a las ocho de la noche... y a Villavicencio, para que vea el verde y apacible llano, iluminado por el sol de los venados.
Así, el Papa reclamará que cómo es posible que un país tan bello no tenga paz!
Por ello, dirá después, como buen argentino que hay que dejarse de "boludeces" y dar el primer paso hacia la reconciliación inmediata.
A eso, viene el Papa.
A ver si con su "milagrosa presencia" los colombianos damos ese primer paso para reconocer que los terroristas de las Farc, son unos Santos.
