El pasado 24 de enero Luciano D’ Alessandro cumplió 40 años. El venezolano los celebró feliz en el Jack Diamond Club, un bar al norte de Bogotá. Tenía bastantes motivos para celebrar: su club de más de 16mil fans le mandó un vídeo felicitándolo, recibió regalos en la portería del canal RCN y hasta le enviaron una torta inspirada en La ley del corazón, novela de la cual es protagonista y que lo tiene convertido en el galán de moda en Colombia.
Aunque ya tiene más de tres años viviendo en el país y había participado en por lo menos cinco producciones nacionales, no fue sino hasta hace dos meses que su popularidad se disparó. Tras el estreno de la Ley del corazón en RCN, donde encarna al abogado Pablo Domínguez, sus seguidores en Instagram se multiplicaron, la gente lo reconocía en la calle con más frecuencia y pasó a ser considerado como uno de los hombres más sexis del país por las revistas de farándula.
Las mujeres aman su pelo y su sonrisa. No en vano en sus épocas de modelo, antes de ser actor, en Venezuela fue imagen de Head and Shoulders. Era un estudiante de Ingeniería de Sistemas que modelaba ocasionalmente. Grabando comerciales conoció a la actriz Marianela González (que también dejó Venezuela para actuar en Colombia y está en La ley del corazón), quien se convirtió en su amiga. Un día la acompañó a un estudio de televisión, allí lo vio un productor, le ofreció presentar un casting y de ahí en adelante su asenso fue rápido. No alcanzó a terminar ingeniería.
En su natal Venezuela alcanzó el estrellato. Se había convertido en una de las figuras exclusivas de RCTV. Tenía sueldo fijo así no estuviese trabajando. Podía estudiar, viajar y por eso no había necesidad de pensar en proyectar su carrera más allá del canal. Para el año 2007 las cosas cambiaron. Cuando el gobierno de Hugo Chávez cerró RCTV, tanto Luciano como muchos de sus compañeros se quedaron sin trabajo. En 2008 y 2009 solo hizo una obra de teatro en Caracas. Él fue uno de los tantos actores venezolanos a quienes la falta de trabajo los obligó a cruzar fronteras.
La primera vez que vino a Colombia fue en 2009. En esa ocasión estuvo en el país unos días para grabar un capítulo de Los caballeros las prefieren brutas junto a Valerie Domínguez. Ahí lo conocieron productores de Caracol y le ofrecieron presentar un Casting para Secretos de Familia, telenovela que protagonizó junto a Marcela Carvajal al año siguiente y que pasó sin pena ni gloria por la pantalla chica. No obstante, el venezolano se familiarizó con Colombia y volvió en 2015 a probar suerte. En el país trabaja con la manager María Del Socorro Valencia, que también maneja las carreras de actores como Cecilia Navia, Javier Jattin, Lorna Cepeda, Lorena Meritano o Juan Manuel Lenis. Así llegaron sus papeles en Celia y La esclava blanca. En la primera fue un cubano en plena revolución y en la segunda un costeño samario del siglo XIX.
La novela de RCN fue todo un reto. Aunque ya es la cuarta vez que hace un abogado, se trataba del personaje que más escenas grababa de todo el elenco. Fueron ocho meses grabando 123 capítulos con jornadas maratónicas. La cantidad de libretos que debía memorizar le exigía horas enteras, todos los días, estudiando libretos. Además le tocó dominar el acento bogotano.
Quienes lo conocen no tienen un solo comentario negativo sobre su personalidad. Dicen que tiene los pies bien puestos sobre la tierra y no se come el cuento de la fama. Sabe que el mismo público que hoy lo aplaude puede olvidarlo mañana con mucha facilidad. Por eso mismo invirtió en el Jack Diamond Club, bar en la zona rosa de Bogotá del que es socio. Sin embargo, parece que al menos por el momento, las vacas flacas están lejos del venezolano. Al poco tiempo de acabar las grabaciones de la Ley del Corazón empezó a grabar otra novela. Parece que habrá Luciano D’ Alessandro para rato.