El 16 de Noviembre de 2016 Francis Ford Coppola lanza su libro The Godfather Notebook, el escrito narra su experiencia dirigiendo El padrino. Revelando secretos que permiten romper mitos sobre la que fue considerada desde el 2014 como la mejor película de la historia por jefes de estudios cinematográficos, ganadores del Oscar e importantes directivos de Tv, y por Stanley Kubrick quien se dice no elogia cintas de otros directores pero llegó afirmar que el padrino era la mejor cinta de la historia. Sin embargo, a diferencia de lo que muchas personas suelen creer, a Francis Ford Coppola lo contrataron porque era joven, barato e italiano a pesar de que sufría náuseas en las grabaciones.
Francis Ford Coppola no quería dirigir la película, las deudas que había adquirido por la producción de THX-1138 (película de su amigo George Lucas) lo obligó aceptarla luego de ser rechazada por directores con mayor reconocimiento para la época (entre ellos Sergio Leone, Elia Kazan, Costas-Gavras y Peter Bogdanovich). La razón de Robert Evans para elegirlo era estratégica; no podía contratar un director latino para este tipo de películas o uno gringo y podrían generar críticas xenófobas por su referencia a la comunidad italiana, por ende, el director debía ser italiano y salir barato para la productora Paramount, lo que terminó convenciendo al productor Albert Ruddy, de escoger el chico de 29 años con una naciente, poco conocida carrera, una esposa esperando su tercer hijo y una compañía de cine independiente al borde la quiebra.
Con un Coppola en crisis y ante la desilusión de la historia luego de leerla para aterrizar a sus posibilidades de producción, decide no aceptar hasta que su amigo George Lucas próximo a trabajar en Star Wars lo convence. Para ello, su primera tarea consistió en combatir a sus jefes para que la película fuera ambientada en los 40 y no en los 70 como quería la productora para ahorrar dinero. Acaparando para él solo el restaurante del navío, Francis inicia la escritura de un guión que costaría más de lo previsto requiriendo un equivalente actual a 28 millones de Euros a lo largo de 7 meses de trabajo.
La película entonces se convierte en un constante escenario de enfrentamiento entre el director y sus jefes de estudio, entre las que se resaltan la disputa que libró para que Marlon Brando interpretara a Vito Corleone, Coppola comenta: “El presidente de Paramount me dijo ‘Francis, como cabeza de este estudio te digo aquí y ahora que Marlon Brando no aparecerá en esta cinta, y te prohíbo que lo sigas discutiendo”’. Contó el director a la cadena radial NPR que Francis Ford Coppola fingió desmayarse y desde el suelo dijo: “¿Cómo puedo ser un director si ni siquiera puedo discutir los actores?” finalmente Paramount sede con tres condiciones: 1. Que Marlon Brando no cobrará más que un salario mínimo, 2. que sacará una póliza por 1 millón de dólares que asegurara que su comportamiento no llevaría a sobrecostos, 3. que realizará una escena de prueba, pero antes que la productora pudiera dudar, Marlon Brando sin saber el inconveniente unta su pelo de betún, llena su boca de papel higiénico y moviendo las manos como en la película e improvisando la voz de Corleone por primera vez, a lo que Coppola dice: “Es un bulldog. Parece malo, pero en el fondo es cariñoso”. Sin embargo, no fue por el único que debió pelear, lo mismo sucedió con Diana Keaton quien interpretaría a Key, aunque, con el tiempo las cosas han cambiado mucho, el actor joven más famoso que participó en El Padrino para esa época fue James Caan, el cual, considerado en principio para encarnar a Michael, se hizo con el papel de Sonny Corleone de una forma bastante peculiar: Robert Evans ofreció un ultimátum a Coppola diciéndole que, si Caan no entraba en el filme, no había película, obligando a incluirlo, de igual forma, debió negociar otros aspectos como el plan de rodaje, él tenía presupuestados 80 días de rodaje, le otorgaron 53 que logró estirar a 60.
Los incidentes dejaron sus secuelas, Jacob Bernstein de The New York Times le preguntó cuándo había visto por última vez la cinta y respondió: “Hace años. Recordarla me hace muy infeliz, fui miserable los 60 días de rodaje, y los meses después editando. Por eso cuando la veo siento náuseas y pánico”. Pero la cinta obtuvo resultados que superarían lo pensado por cualquier persona que participó en su producción, el éxito fue tal que el camino para la segunda parte estaba libre desde 1972, para su grabación en 1974 las condiciones las ponía libremente Coppola; sin embargo, para 1990 cuando deciden realizar el padrino III, la decisión pasa por factores económicos, no quería hacerla pero nuevamente se encontraba en crisis económica y cerrar con una trilogía de por ya aclamada era la mejor opción que tenía.
No obstante, Desde la publicación del libro de Mario Puzo, los principales enemigos de El Padrino no fueron sólo los ejecutivos de Paramount, también los propios goodfellas en cabeza del capo Joe Colombo a través de su organización la “Liga Italoamericana” que presionó públicamente para que la película no se rodase. Entre bambalinas, la cosa fue a más: todos los implicados en la producción sufrieron amenazas telefónicas, y se fanfarroneó con boicotear el rodaje de forma persuasiva. La insistencia de Coppola en localizar los exteriores en Little Italy no puso las cosas más fáciles, hasta que una reunión entre Al Rudi y Joe Colombo se arregló la cosa: El Padrino podría rodarse, siempre que en sus diálogos no se mencionase la palabra Mafia, aunque el 28 de julio de 1971 Colombo caería de un balazo en la cabeza.
Coppola un genio de 77 años de edad actualmente no necesita presentación, es un millonario, visionario de grandes films como Apocalypse Now, Dracula, The Conversation, grabó el padrino con un claroscuro que se convirtió en un hito referente del cine, no utilizó para la película tomas aéreas, o zoom características tan propias del cine de los 70 y optó por mafiosos de verdad para algunas escenas extras, el más notable fue el de Lenny Montana, un luchador que se ganaba la vida como guardaespaldas y del cual Coppola quedó impactado y le otorga el papel de Luca Brasi.
Las casi 400 páginas de The Godfather Notebook, relatan el atractivo testimonio de una película que ha marcado la historia del cine y revolucionado Hollywood, acreedora del Oscar a mejor película, mejor guión adaptado, y mejor actor, su segunda parte obtendría 11 nominaciones y 6 premios, incluyendo mejor director, mejor película y mejor actor pero que sin duda, tendría efectos más significativos: al mejor estilo de los Simpson, la sociología habla de un fenómeno que llamo “el efecto padrino” producto del impacto de la película en la cultura italoamericana, un impacto que recae sobre todo en la misma mafia que se enorgullece de viejas tradiciones.