Hoy he tenido la cabeza pensando en vos todo el tiempo. Ha sido un día difícil en mi trabajo y anoche casi no pude dormir. Vos sos el primer amigo que se me muere. Pensé que íbamos a envejecer juntos, los talentos que te vi, la humildad que te conocí y el afecto es algo que he visto pocas veces en mi vida.
Odio que te muestren a vos solamente como un líder de Barón Rojo. Vos eras mucho más que eso. Eras una persona que había salido adelante, una persona que había visto la violencia en su barrio y que quería hacer cambios.
Vos volviste a la barra porque el gobierno te dio la espalda. Ya habías trabajado con Jorge Iván y con Guerrero. Te salió un viejo problema con la ley (un robo del que supuestamente nunca participaste) y te quitaron tu trabajo en la Alcaldía. La gente te dejó de contestar, nadie te ayudó.
Vos eras diferente. Te daba pena meterte a la piscina porque tenías una cicatriz en el pecho. Me dijiste que esa cicatriz fue producto de un destornillador que te habían clavado porque no habías dejado que robaran en los alrededores del estadio. Eso fue hace más de ocho años. Y ya eras vos, ya tenías ese talante que siempre te vi.
Estuviste un año o más sin trabajo y volviste a la barra. Vos estabas con una visión diferente. Pudiste imprimir esa visión en el Distrito Popular, y sé que tanto a las viejas como a las nuevas generaciones les quedó ese sello tuyo. El barrismo social tiene nombre y apellido en Cali y ese era el tuyo, Yeison Jaramillo.
Cuando llegaste con Richar de nuevo a la barra trataste de hacer cambios. Me acuerdo la alegría que tenías cuando me contaste que le habías conseguido un bus a la barra; cuando me contaste que estabas dirigiendo el grupo de filiales, que ellos eran de los que eran más fieles con el rojo porque siempre viajaban y sobre cómo los líderes de filiales estaban todos con vos en la idea de cambiar el concepto que se tiene de las barras. También recuerdo la felicidad que tenías cuando me contaste que la Viceministra del Interior, Carmen Inés Vasquez, se había reunido con vos y le había gustado la idea de hacer un encuentro con los líderes de todas las barras. Creo que alcanzaron a hacer uno en el norte del Valle.
Vos eras un agente de cambio Yeison, un líder que no tenía estudios académicos pero que le importaba su gente, que la entendía, que la transmitía y que buscaba lo mejor para ellos. Te conocí en las buenas y en las malas y siempre fuiste igual.
Cuando mataron a Richar y después te hicieron el atentado en Banderas, me contaste cómo llegaste a la Asamblea ese viernes y viste que ya otros la estaban dirigiendo. Recuerdo cuando me dijiste que esos dos menores empezaron a ir por vos. Me acuerdo que me dijiste que los habías ido a visitar esa misma noche en la cárcel, que les habías dicho que eso no era vida, que les habías dado la mano. Entendías que ellos solo eran instrumentos de una sociedad que se niega a ver lo que pasa ante sus ojos.
Cuando pasó todo esto hablaste con la Viceministra, hablaste con la gente de la Alcaldía, le contaste tu problema al policía Valencia (quien te conocía desde hace más de diez años y siempre te apoyó). Vos eras el líder de filiales y de nada te servía que te protegieran en otra región de Colombia, igual te iban a reconocer, por eso no te sentías cómo con la “protección” que te ofrecieron, porque vos necesitabas salir del país.
Después de vivir en COLSEGUROS te devolviste al distrito. El Ministerio del Interior te dio la espalda, la Alcaldía te dio la espalda y tus “amigos” de la barra te dieron la espalda.
Lo que anhelaba era poder sentarme con vos, que me contaras tus proyectos, tu visión de ciudad, que me hablaras del cariño que tenías por la gente y por tu equipo. Veo tus vídeos y escucho tu voz y no lo asimilo.
Nada les va a devolver la vida ni a vos ni a Richar pero la gente tiene que saber, la gente tiene que saber quién eras vos realmente, que esto no es solo un asesinato más, es el asesinato de un sueño, de una idea y de una promesa. Tu nombre no se irá nunca al olvido.
Sos mi hermano eterno Yeison.
*Nota: nombre cambiado a petición.