Rusia y el Ave María. ¿Qué los une?, ¿Cuál es el vínculo? La música. La verdad, unas lágrimas afloraron a mis ojos cuando encuentro el Ave María de Schubert cantada en homenaje a las personas del Conjunto Alexandrov —el nombre oficial de esta agrupación musical, artística, previamente conocida como el Red Army Choir—. Murieron 64 de sus 200 miembros en accidente de aviación el 25 diciembre 2016, en el mar Negro. Se dirigían a amenizar el año nuevo al ejército.
El Conjunto Alexandrov lo componen: un coro masculino, uno de los más importantes y reconocidos a nivel mundial; su orquesta; y el cuerpo de danza. Tres componentes que hacen la alegría de quienes lo escuchamos y vemos. Algunos lo hacemos a través del medio de unión por excelencia en este momento en el mundo, el internet. No logro imaginar la emoción de quienes tienen la dicha de escucharlo en vivo.
La música une, por encima de todas las diferencias que hay entre los seres humanos de este orbe. Esto lo sentimos cuando surge otra emoción profunda al ver al coro, invitado por Juan Pablo II, en 2004, cantando una canción Polaca (Oka) en el Vaticano. Unión, Unidad, vuelve a ser la palabra clave de esta columna de opinión.
En el 2008 su director Leonid Malev dijo: “En cada país al que vamos cantamos 2 a 3 canciones en el idioma nativo de la gente que lo habita. Siendo una regla, ayuda a la compenetración con la audiencia. Y para nosotros es una suerte de regalo honrar así al país que nos acoge. Como ejemplo, en Canadá cantamos el himno de Rusia y los asistentes se pusieron de pie en señal de respeto, luego cantamos su himno”. Señales de confraternidad entre los seres humanos.
Leonid Kharitonov recuerda: “Los miembros del conjunto son tan disciplinados y experimentados que pueden sentir el ritmo simultáneamente y pueden tocar y cantar juntos, sin el director”. Otro ejemplo de lo que podemos alcanzar los seres humanos con voluntad y tesón.
En 1948 fueron quienes ejecutaron el Concierto de la Paz en Berlín,
tras la Segunda Guerra Mundial
En 1948 fueron quienes ejecutaron el Concierto de la Paz en Berlín, tras la Segunda Guerra Mundial. Treinta mil personas lo escucharon de pie, por tres horas en la Gendarmenmarkt. En ese momento Berlín estaba dividido en cuatro zonas ocupadas por Rusia, Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Todavía no había muro y la gente se movía libremente entre ellas. ¡Cuánto deseamos poder movilizarnos libremente por este planeta!
Sus interpretaciones de música popular rusa, de obras escritas para dar ánimo al ejército, de arias operáticas occidentales, de canciones folclóricas a través del mundo nos llena la vida de felicidad. Escuchar Kalinka, Noche de paz, Bésame mucho, Nessum dorma, Csárdás, Ojos negros, Let´s go, Amapola, Granada, nos pone los pelos de punta.
La vida de quienes partieron continúa. Continúa en la memoria de los miembros del coro, orquesta y danza que quedaron vivos y que inician el Tour Europa 2017 en Praga. Continúa en los fieles seguidores y en quien desee conocerlos a través de sus registros en la red. También allí podemos escuchar los múltiples homenajes que les han sido rendidos a nivel mundial. Admiro a las personas que con la música unen al mundo y sus culturas.
Muy difícil y emotivo escoger cuál vinculo ponía, escogí este que dicen fue el último concierto en 2016. Disfruten:
Hoy es una invitación a ver esta magnífica agrupación musical, con solo ir a Youtube encuentran sus innumerables presentaciones alrededor del mundo. Y el trasfondo de la invitación es por tanto a unirnos. La música uno de los medios por excelencia para hacerlo.