A pesar de que RCN la había anunciado como “una de las producciones más ambiciosas de todos los tiempos en Latinoamérica” la novela inspirada en la vida de Hugo Chávez “El Comandante” obtuvo la peor puntuación de rating en su noche de estreno, superada incluso por la franja del Minuto de Dios
RCN no sólo invirtió un gran capital financiero (el productor general le contó a Publimetro que durante el rodaje de la novela se habían tenido que usar ocho vuelos charter para trasladar actores y utileria entre Yopal y Villavicencio) sino que puso en juego todo su acumulado ideológico.
El encargado del guión fue Moisés Naím, un reconocido escritor y columnista venezolano que, pese al importante número de publicaciones y premios obtenidos, se ha hecho famoso por su incisiva oposición al chavismo al que ha categorizado incluso como “necrofilia política”.
No es la primera vez que RCN evidencia sus intereses a través de su parrilla de contenidos. En el año 2013 la novela “Los 3 Caínes” que reseñaba y enaltecía la vida de los hermanos Castaño se vio envuelta en una serie de críticas por su apología al paramilitarismo y porque, en varias ocasiones, señaló a la Universidad Pública como un “nido de guerrilleros”. Tan poco ética fue dicha novela que varias marcas dejaron de pautar en la trasmisión.
Otra evidencia de la intención política de la novela es que los únicos dos personajes que llevan nombre y apellido real son Hugo Chávez y Fidel Castro, los demás personajes se mueven en un espectro gris en el que representan clases sociales, sectores de la población o grupos políticos, pero que no comprometen o personifican a nadie en particular. ¿No es acaso clara la intención de desprestigiar lo construido por Chávez y Castro?.
Esa unión de los dos presidentes hoy difuntos y que la derecha del país (muy bien representada por RCN) ha llamado “castrochavismo” es el tiro que le salió por la culata al canal. Luego de décadas de dedicar su contenido a atacar al chavismo y a Venezuela, a promover mensajes de odio en contra de Hugo Chávez y Fidel Castro, la audiencia no recompensó a RCN sintonizando la novela.
RCN se inventó un monstruo y luego quiso capitalizarlo en “entretenimiento”, consiguió que el mismo actor que se hizo famoso por interpretar a Pablo Escobar hiciera las veces de Hugo Chávez y puso a un antichavista a escribir la vida de uno de los personajes que más ha criticado, pero le falló el cálculo.
Hoy empieza la transmisión de la novela, por TNT, en Argentina, México, Chile y Ecuador y no sería de extrañar que corra con la misma suerte que en Colombia. Por ahora, RCN debe evaluar si mantiene su discurso ideológico basado en el odio en el Prime Time.
