Y los gringos cuando van a responder por los muertos que pusimos por su "Guerra contra las drogas"

Y los gringos cuando van a responder por los muertos que pusimos por su "Guerra contra las drogas"

El negocio fue reprimir para subir el precio. A costa de volver rico a los Estados Unidos se desató una guerra con cientos de miles de víctimas por los que nadie va a responder

Por: Martìn Lòpez Gonzàlez
enero 18, 2017
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Y los gringos cuando van a responder por los muertos que pusimos por su

Por: Martín López González

La producción y el consumo de ambas articulan a USA y  Colombia en forma macabra y perversa. Esas nefastas cadenas productivas han dejado una estela de sangre desde los más remotos rincones de nuestro país, pasando por los pacíficos pueblos originarios de Centroamérica hasta la frontera con Estados Unidos. Muy pocos cadáveres después de ese punto. Allá solo fluyen los inmensos capitales producidos por ambos negocios, legalizados por el poder financiero.

El tráfico y consumo de drogas según la lógica gringa, debía ser resuelto solo reprimiendo la producción. Por eso surgió  la famosa Guerra contra las Drogas desde la época del presidente Nixon en los setenta, la que cuarenta y cinco años después fracasó rotunda y totalmente. Cada vez que un gringo “se mete un pase de perico” y declara que Colombia tiene la mejor cocaína, alienta a unos colombianos a su producción y tráfico. Pero, ellos no hacen nada para controlar a sus millones de adictos.

Por otro lado, el negocio de las armas es casi un monopolio gringo. La mayoría de las que empuñan soldados, guerrilleros, paracos o traquetos de todas las pelambres vienen de USA o de sus filiales a nivel mundial; esa es su principal industria y para que sea exitosa, tiene que haber gente matándose en algún lugar. En este caso la misma lógica gringa del control no es con la producción, sino con los “violentos”; es decir, con el consumo en Colombia. Ambas guerras deben darse en el territorio de nuestro país y deben ser enfrentadas con armas más sofisticadas que ellos venden a nuestro ejército.

Algunos carteles de la droga se hicieron más poderosos que los gobiernos que se oponían a ellos. La economía, la política y la sociedad de Colombia, el mayor exportador de cocaína e importador de armas, fueron permeadas y destrozadas por el conflicto entre los carteles del narcotráfico y los esfuerzos del gobierno financiados por Estados Unidos para erradicar la producción y distribución de drogas. Esta gestión ha sido exitosa perversamente. Hay mucho más consumo allá y más producción y muertos acá. Por supuesto, la venta de armas siguió en ascenso.

Mucha de la plata de los “corones” de la droga regresa de USA en especie, en su mayor porcentaje, armas que van a los ejércitos irregulares. Pero, luego hay que venderle más pertrechos al Ejército Nacional para combatir a los primeros. Este flujo de drogas y armas creó a los Paramilitares y arrastró a la guerrilla colombiana al mismo camino, como única forma de supervivencia. No  pocas son las embarcaciones que van y regresan cargadas. La Guajira ha sido siempre el escenario ideal  para este funesto propósito.

La historia ha mostrado unos juegos semánticos. La famosa Guerra contra las drogas se convirtió en Guerra contra el narcoterrorismo, y posteriormente en Guerra contra la narcoguerrilla, y luego en la más descarada intervención con bases militares como control social para defender las políticas y las inversiones de los Estados Unidos. Si Colombia no fuera el paraíso de las drogas, no existirían los paracos y ya la guerrilla hubiese hecho la paz desde hace rato.

Sacar drogas de Colombia y mandarle armas, manteniendo la guerra fratricida entre soldados, guerrilleros y paramilitares está llegando a su final. En esencia no era más que muchos muertos de gente humilde acá, muchos ricos allá en USA y uno que otro riquito colombiano; ya sea traqueto sin pedigrí, “honorable” senador o político encopetado. Por eso el tema del narcotráfico fue incluido en el acuerdo final para una paz estable y duradera. Es evidente que los principales enemigos de ésta son los que se mueven en ese ciclo de la muerte.

 

 

 

 

 

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