“Esto no es un mandala, ni una pirámide, es un modelo de negocio moderno para que usted prospere”. Así empiezan las pequeñas reuniones que a diario se llevan a cabo en muchos lugares de Colombia lideradas por un “distribuidor independiente” de las ahora llamadas Empresas Multinivel.
Cualquiera que no viva en una cueva en medio de la montaña habrá oído de las pirámides y su mejor representante: DMG. Después de la tumbada que le metieron a la gente, pocos ingenuos invertirían su plata en un negocio como estos. Pero malas noticias: las pirámides todavía existen por miles y el problema es que se volvieron más sofisticadas con el fin de lograr la “tumbada”.
Estas nuevas pirámides ahora funcionan detrás de la fachada de un “producto estrella” pero siguen siendo la misma cosa: un método en el que unos pocos, los de arriba, ganan mucho dinero a costas de los que están en la parte de abajo de la pirámide, la cual, cuando se satura, se viene abajo, perdiendo su “inversión” la base que la conforma que es la gran mayoría de las personas.
La complejidad como ahora funcionan estas pirámides disimuladas no impide identificarlas, por eso vamos a explicar sus características comunes. Este tipo de negocio tiene cuatro patas y cada una cumple una finalidad esencial:
- Componente educativo. Su función es asegurarse de que la persona sea efectivamente captada, sea la principal defensora del sistema y ayude a captar a otras más. Aquí se implanta el entusiasmo y la devoción. Se divide en:
- Psicología personal: implantar un prototipo de “éxito” en la persona y hacer que lo siga mediante mensajes como “salga del montón”, “sea empresario antes de los 30”, “usted es el que elige si ser rico o pobre”, “el asalariado es un esclavo que no vive sino para trabajar”. Aquí es fundamental mostrar dos modelos de éxito: uno ideal y otro alcanzable. El ideal es un gran líder reconocido internacionalmente, que crea o recomienda la gran idea de negocio, ya sea un Premio Nobel, un gran científico o una gran banquera. El otro modelo es uno cercano, uno que permita crear identificación con la persona que se intenta captar. Es esa persona que le dice: “Yo era como ustedes y estaba sentado ahí mientras alguien me hablaba acá. Antes era pobre y ahora vivo muy bien”.
- Promesas del negocio: Su función es un poco menos sentimental y apunta a las retribuciones de entrar a la red. Se canaliza mediante frases como “gane mucho dinero en poco tiempo y con una poca inversión”, “no necesita tener estudios o ser un profesional”, “obtenga su libertad financiera”, “maneje su propio tiempo”, “trabaje solo cuatro horas diarias” o “trabaje desde su casa”. Chévere ¿no?
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- Producto estrella. Es el gancho, es la fachada que permite decir “esto no es un DMG”. Es un elemento que solo tiene un valor instrumental y es la excusa para montar la pirámide. Este es el producto para adelgazar, el hongo milagroso, el energizante o la criptomoneda; da igual lo que sea, hoy son unos y mañana serán otros, es el mismo dulce en diferente empaque. A veces este producto sirve para crear el efecto filantrópico: “usted está ayudando a las personas, les está ayudando a verse bien, les está llevando bienestar”.
- Sistema de distribución directa. Este sistema ayuda a la venta del producto sin intermediarios, ahorro que se irá para unas regalías de las que se hablará en el siguiente componente. También ayuda a que se formen fácilmente las redes pues la persona empieza a formarlas entre allegados o conocidos de conocidos debido al factor confianza. Esto le da el nombre de Marketing en Red o Network Marketing. Además le ahorra a la empresa pago de prestaciones sociales: ¿Pero para qué prestaciones si eres tu propio jefe y te vas a volver rico?
- Estructura piramidal. Aquí es donde está la trampa. Es una pirámide porque a medida que crecen las redes y entran más personas, las primeras, unas pocas, van ascendiendo mientras la base se va engordando. El dinero ahorrado en intermediarios se va en unas “comisiones” o “regalías” que se llevan quienes conformaron las redes y están en la cima o el intermedio de la estructura, obteniendo más a medida que suben. Pero eso no es todo, cada vez que se alcanza un escalón se le da una distinción o un “regalo”. La trampa está en que unos pocos sí ganan, claro, e incluso puede ser usted, pero si es de los primeros o los pocos que logran ensanchar la red. El resto, el grueso, son consumidores-vendedores, que viven de la esperanza de recuperar su inversión y volverse ricos.
La mayoría de las ganancias del negocio vienen del reclutamiento de nuevas personas y no de la venta de los productos. El principal motivo de compra del producto estrella no es su utilidad sino la esperanza de entrar al negocio y de subir en la pirámide. Gran parte de sus ganancias está en los compradores-vendedores (distribuidores) y no en compradores fuera de la red, pues entrar al negocio no es gratis, se tiene que hacer una “inversión inicial” con la cual se paga el componente educativo, para que lo adoctrinen, y el producto estrella, para que luego salga a venderlo; hay que pagar cuotas de membresía, comprar productos cada tanto para ascender en la pirámide, pagar capacitaciones, ir a eventos, etc.
No caiga en estos cuentos. No deje su negocio, que todos los días saca adelante generando verdadero valor que le sirve de verdad a la gente, que es el producto de su esfuerzo, su sudor y sus lágrimas, y no de la venta de productos inútiles que solo venderá por la promesa de enchaparse en oro rápida y fácilmente. No deje su carrera universitaria o su arte, que nadie se lo puede quitar, que no se va a caer porque no pueda meter más personas dentro de una red. No se vuelva un fanático más que nadie se aguanta en Facebook, que le dejan de hablar por cansón o que le deja de hablar a otras personas porque no entienden de la oportunidad que se están perdiendo, porque son unos esclavos de su trabajo o porque no quieren salir del común. Pero antes que nada, no se deje embaucar y no se ponga a embaucar gente haciéndola perder su dinero en un mundo donde sobrevivir es más difícil cada día, pero a lo menos se puede hacerlo de manera honrada.
