El mismo día del foro sobre la solución del problema de las drogas ilícitas en el marco del proceso de paz que se discute en la Habana y que se realizó en Bogotá, conocí a Óscar Javier Molina el líder social asesinado por sicarios que llegaron a su casa y le dispararon tres tiros en la cabeza. Nos saludamos en la calle novena con carrera 15 donde funciona un CAMAD (centro de atención médico a drogodependientes). Es como un hospital ambulatorio que ofrece servicios de salud, de higiene oral de primeros auxilios y urgencias a las personas que viven en la calle. Diagonal a ese bus blanco como en sintonía a un espacio de paz está el Bronx o la ELE el que podría ser el infierno de Dante contemporáneo en Bogotá.
El día que lo conocí hice un reporte de los niños que viven en la calle adormecidos por el bazuco y el pegante, caminé por los alrededores del Bronx entrevistando algunos niños que deambulan como zombis. También visité albergues de paso para consumidores y por ultimo quería conocer el sistema del distrito que brinda salud. Allí charle con Óscar quien de entrada me dijo que la zona estaba muy caliente.
Conversé con Óscar y en cinco minutos entendí en palabras de un experto qué significa y para qué sirven los CAMAD. Este mediador entre la ciudad de nadie y el distrito dijo que por primera vez había un trato digno para resolver problemas de salud de los habitantes de calle pero había muchos problemas por resolver.
Tuve una entrevista off the record con Óscar que fue interrumpida por la llegada de una camioneta GMC polarizad, color gris que aparece en el siguiente video:
Óscar salió corriendo al encuentro con el conductor de la camioneta como si hubiera visto al alcalde. Ya vengo, dijo Óscar, el otro funcionario de la alcaldía que estaba allí dijo; “llegó Don Saúl”, y yo pregunté ¿quién es Saúl? El extraño me respondió: es un "sayayin". Una especie de soldado en el Bronx. Es quien controla el mercado de la droga, la seguridad, los sicarios y la venta de armas, el autor de las historias que rodean la ELE. Desapariciones y hasta la fuma de los propios huesos que quedan de las víctimas en esta tierra en la que el diablo es Dios.
Alrededor del Bronx se puede ver el movimiento de la compra, venta y distribución de droga en las narices de varios militares que custodian la jefatura de Reclutamiento y policías que se apostan en las entradas de la olla.
El sábado pasado varios hombres amenazaron a Óscar cuando desarrollaba sus labores sociales en el Bronx, le lanzaron huevos y materia fecal, lo que sería una advertencia de un destino fatal que se produciría horas más tarde. A las 11:30 de la noche en el barrio La Aurora al sur de la ciudad, unos hombres entraron a su casa y le propinaron tres disparos en la cabeza dejándolo sin vida.
Al distrito de Bogotá, a la Policía Nacional y a la Fiscalía General de la Nación les diría que sería bueno empezar preguntándole al dueño de esa camioneta, el tal le Don Saúl, que según versiones es uno de los jefes del Bronx, si él sabe ¿qué pasó con Oscar?.
