Más allá de sus tareas en la vicepresidencia centradas en supervisión de las macro obras de infraestructura y del mega plan de vivienda social Germán Vargas Lleras trabaja calladamente con distintos equipos de cara a su candidatura que lanzaría en el primer trimestre del 2018.
Vargas tiene claro que el foco de su campaña será la lucha anticorrupción y por tanto, además de las cuotas ministeriales, ha trabajado para asegurar que personas de su confianza ocupen puestos claves desde no solo puedan actuar en esta dirección sino que le puedan suministrar información que le permita comprender los procesos contractuales y de decisión en general donde se genera mayor corrupción de cara a construir una política anticorrupción con dientes.
El cargo más importante que ocupa un hombre afín a él políticamente y amigo personal de año, es de la Fiscalía General de la Nación en cabeza de Néstor Humberto Martínez. La vicefiscal María Paulina Riveros también es de su cuerda política.
Nestor Humberto Martínez Neira fue elegido por el congreso de una terna presentada por el Presidente Santos. Allí se dio el primer pulso de poder para asegurar que su nombre fuera incluido por el jefe de Estado, como ocurrió en el último momento a pesar de la resistencia de personas cercanas al círculo de confianza de Santos como la secretaria general María Lorena Gutiérrez quien renunció a su cargo por la decisión presidencial. Martínez derrotó a Mónica Cifuentes y a Yesid Reyes, los otros nominados del Presidente.
El Fiscal ha actuado en la misma línea del discurso del vicepresidente frente al proceso de paz con las Farc con decisiones drásticas jurídicamente frente a la guerrilla y también ha acondicionado la Fiscalía para hacerla más eficaz en la lucha contra las redes de contratación pública. Su discurso de posesión fue un compromiso frontal de lucha contra la corrupción del sector público y privado.
Un cargo que pareciera no tener importancia es el del Auditor General de la República y este resulta clave en la estrategia del Vicepresidente. Es un organismo de vigilancia de la gestión fiscal; es decir que su dentro de sus principales funciones está la de ejercer la vigilancia de la gestión fiscal de la Contraloría General de República y de las contralorías departamentales, distritales y municipales. Con toda autonomía.
Carlos Felipe Córdoba fue ternado por la Corte Suprema de Justicia y derrotó a Alma Carmenza Erazo y José Luis Franco a quienes derrotó en el Consejo de Estado en julio de 2015. Fue vice contralor de Sandra Morelli y aunque llegó a la Auditoría General con el respaldo de varios partidos, le ha sido especialmente fiel al jefe de Cambio Radical. Hace poco el vicepresidente Vargas se enfrentó con la gobernadora del Meta, Marcela Amaya, y al día siguiente Felipe Córdoba presentaba un completo informe sobre posibles irregularidades en la contratación a cargo de la gobernadora liberal. Su poder sobre las contralorías departamentales le da un protagonismo clave en la política local, donde se perfilan los candidatos del orden nacional como en el caso de Antioquia y el gobernador Sergio Fajardo.
En julio de 2010 Germán Vargas nombró al abogado Pablo Felipe Robledo como su viceministro del Interior y de Justicia. Se mantuvo en el cargo con el ministro Juan Carlos Esguerra pero luego pasó a la Superintendencia de Industria y Comercio con un buen respaldo del vicepresidente. Robledo era amigo de juventud en Pereira de Luz María Zapata, la esposa de Vargas, quien lo invitó a formar parte de la campaña presidencial en la que fue derrotado por Santos en 2010 pero quedó entronizado en el círculo de confianza. Desde la superintendencia Robledo ha mostrado el poder y la eficacia de las herramientas frente a cualquier irregularidad del sector empresarial como ha ocurrido con las sanciones y advertencias a sectores donde ha identificado posible cartelización para controlar precios como ha ocurrido con el azúcar, los útiles escolares, el papel higiénico y las gaseosas.
Es un abogado y político antioqueño que arrancó de la mano de Luis Alfredo Ramos con quien partió cobijas en 2002 luego de perder la alcaldía de Medellín contra Sergio Fajardo. Quedó en el cuarto puesto con 25 mil votos. Conoció entonces a Germán Vargas y participó de la fundación de Cambio Radical. Hizo parte de las listas de ese partido para el Senado en 2006 en las que no alcanzó una curul. Sin embargo, dos años más adelante, llegó al Senado en reemplazo de Luis Carlos Torres Rueda (esposo de la actual senadora Maritza Martínez) quien fue destituido e inhabilitado. En 2010 intentó fallidamente repetir a nombre de Cambio Radical. Fue entonces cuando el Presidente Juan Manuel Santos lo nombró Superintendente de Notariado y Registro posesionado por el ministro del Interior Germán Vargas Lleras. Desde marzo de 2012 está siendo investigado por declaraciones de Juan Carlos "El Tuso" Sierra que lo vinculan con parapolítica y lo acusan de recibir dineros de paramilitares para financiar su campaña al Senado.
La cercanía con Cambio Radical y el Vicepresidente es tal que logró que fuera el encargado de la gobernación de La Guajira cuando Oneida Pinto fue destituida. Tienes las riendas de una entidad poderosa que ha logrado aun más presencia en la lucha contra lo corrupción desde que entró en vigencia la Ley de victimas y restitución de tierras, escenario en que esta entidad tienen un rol clave en la vigilancia de las oficinas de registro a nivel local.
Juan Carlos Granados también llegó a la Contraloría con el apoyo del vicepresidente quien logró que la bancada de Cambio Radical en el Concejo de Bogotá se moviera como un relojito. Lo respaldó por encima de los cuestionamientos y de las investigaciones que tenía en curso desde su paso por la gobernación de Boyacá y desde entonces también ha priorizado algunos casos, uno de ellos el del alcalde Gustavo Petro a quien le han embargado sus cuentas y le han abierto otros procesos. El ex alcalde de Bogotá dijo que se trataba de una persecución de ‘’La policía política de Vargas Lleras’’, dando por descontado la cercanía de granados con el vicepresidente, a sabiendas de que Petro es uno de los potenciales rivales de Vargas en la contienda presidencial del 2018.