En la fría mañana del pasado 15 de noviembre un puñado de personas se aglomeraba, en la pista Vértido de Tenjo, alrededor de los 6 metros de ancho y los 3.5 de largo del VANT Solvendus, el primer avión solar colombiano. Ahí estaba Andrés Felipe Giraldo Quiceno, Director del programa de ingeniería aeronáutica de la Fundación Universitaria Los Libertadores y el responsable de que las 80 celdas solares flexibles, las cuales proveen energía a su computadora de vuelo y los motores eléctricos, funcionaran esa mañana. A su lado estaba el bogotano Julio Parra, director del grupo de investigación en Ciencias Aeroespaciales y quien desarrollaría la idea, ansioso por saber si el trabajo de su equipo en los últimos tres años habría valido la pena.
Con firmeza el VANT Solvendus tomó vuelo. Alcanzó a estar en el aire cinco minutos y luego aterrizó sin problemas. Parra y Giraldo Quiceno se abrazaron alborozados. Ellos sabían que éste no era un Dron cualquiera. En Colombia el uso de naves no tripuladas casi siempre ha tenido fines comerciales. En los conciertos o manifestaciones suelen aparecer en el cielo para tomar fotos o llevar avisos. El VANT Solvendus va más allá. La idea, desarrollada junto con la Universidad de Sao Paulo, es que el avión tenga cada vez más autonomía de vuelo y ayude en la inspección de problemas ambientales como la tala de árboles o la minería ilegal. Además su ayuda sería fundamental a la hora de emergencias como los derrumbes tan usuales en épocas de lluvias como la que estamos viviendo.
El vuelo del pasado 15 de noviembre fue corto y tan solo sirvió para verificar los parámetros de estabilidad, control y estructura. Sus creadores están convencidos que el primer vuelo público se haría en junio del 2017.
Los dos grandes objetivos a largo plazo que se buscan con este Dron, además de efectuar vuelos comerciales sin consumir una gota de combustible, es crear satélites suborbitales que reemplazarían a los tradicionales y que podrían funcionar hasta tres meses seguidos a punta de energía solar. Además en países como Colombia sería fundamental para llevar internet a las zonas en las que no lo tiene. Para eso piensan unirse a Facebook quien ya está desarrollando este tipo de proyectos.
La aeronave es pionera en Colombia por que, según la Aeronáutica Civil es el primer Dron acreditado como de investigación.
A pesar del elevado monto que ha costado el proyecto, Los Libertadores están convencidos que recuperarán pronto la inversión: en el mundo, el mercado de los Drones es un negocio que puede generar más de 127.000 millones de dólares de acuerdo a la PWC, donde el sector de la infraestructura participa con el 35,6% de la torta; la agricultura con un 25,5 % y el transporte de mercancías con un 10,2%.
Ese primer vuelo de mediados de noviembre en Tenjo fue tan sólo el primer paso que se da en uno de los proyectos tecnológicos más ambiciosos que ha tenido en este año que culmina una universidad colombiana.
