La mayoría de las personas que conozco hablan de series como Game of Thrones o The Walking Dead, las cuales ya llevan varias temporadas y cuentan con millones de seguidores a nivel mundial.
Para ser honesta, dichas series no me han llamado la atención, tal vez porque no cuento con la disciplina suficiente o la paciencia para seguir historias por largas temporadas, o por los cambios de horario o porque el tema no ha logrado motivarme a hacerles un seguimiento tan apasionado como me ocurrió con Penny Dreadful.
Serie que comencé a ver por recomendación de un amigo y porque considero a Eva Green una de las actrices más talentosas y magnéticas que tiene el cine y la televisión en estos momentos.
El primer capítulo de Penny Dreadful me cautivó de inmediato, por lo enigmático y original de su historia, y sobre todo por sus magistrales actuaciones, impecable vestuario y escenografía.
Evidentemente esta no es una serie para todos los gustos, pero es imperdible para los amantes de la literatura clásica de terror, ya que cuenta con personajes como el Dr Victor Frankestein y sus aterradoras pero muy humanas y viscerales creaciones (La Criatura y Lily). Y el sensual, manipulador y encantador Dorian Gray.
Violenta, pasional, erótica, desgarradora, así podría describirse esta serie que sólo duró tres temporadas. Pero que lo atrapa a uno desde el principio, ya que su creador John Logan, logró conjugar la religión, el esoterismo, la egiptología y la brujería de una manera poética y sensual, con matices oscuros, elegantes, enfermos y decadentes.
Con Penny Dreadful nos remontamos a un Londres gótico, victoriano, frío, casi inhumano y desolador, cuyos personajes luchan contra sus propios demonios internos, sentimientos de culpa y traumas que no tienen salvación. Algo con lo que muchos podríamos llegar a identificarnos.
Su personaje principal Vanessa Ives interpretado por Eva Green, lo enamora a uno desde el primer momento, tal vez por eso las fuerzas oscuras (El Diablo y Drácula) se combaten por poseerla y conquistarla.
Eva Green supo darle la esencia perfecta a dicha caracterización, no sólo por su espectacular y elegante belleza física, sino porque logró adentrarse en el personaje de una manera tal que es inevitable quitar los ojos de la pantalla cuando ella pasa de ser la elegante dama de clase alta, a la mujer sexual, salvaje, animal y poseída por el mal.
Vanessa a pesar de ser una mujer fuerte, necesita ser rescatada por el hombre lobo de Dios, pero no para consumar su amor, sino para salvar a la humanidad. Una heroína que durante las tres temporadas luchó con fortaleza por derrotar el mal y finalmente lo hizo de la mano de su verdadero amor.
Los pecados se redimen, las culpas se expían. Penny Dreadful es una serie auténtica, bien elaborada, que manifiesta las bajezas de la humanidad, la decadencia del planeta y el dolor que se lleva a cuestas por no lograr encajar en la sociedad. Una serie catártica que nos permite vislumbrar la monstruosidad de una manera verdaderamente hermosa.