“Sin embargo, esta botella no decía “veneno”, entonces Alicia se aventuro a probarla, y la encontró tan sabrosa (de hecho tenia un sabor mezcla de torta de cerezas, crema inglesa, piña, pavo asado, y tostadas calientes con mantequilla) que se la bebió en un dos por tres. ¡que sensación tan curiosa! dijo Alicia, debo estar encogiéndome como un telescopio”.
Lewis Carroll (texto tomado de Alicia en el País de las Maravillas)
Este pequeño fragmento del cuento literario de Alicia en el país de las maravillas evoca y me conecta con ese ser ancestral; sorprendentemente una mezcla de colores entre cobre y rojizo aparecen en mi memoria, fibras suaves y a la vez fuertes como las de una cola de caballo.
En una tarde fría como la que hoy puedo recordar esa taza humeante de colores rojizos, y en mi memoria mi tía sentada en su silla con este brebaje que le devolvía el equilibrio hídrico del cual padecía. Desde pequeña recuerdo los colores de la Cola de caballo como la conocemos en una parte del país; también recibe otros nombres: candalillo, rabo de mula, canutillo, hierba del platero; nombres que hacen que tu imaginación dibuje esta planta. Ramitas talladas longitudinalmente de la cual emergen vainas que terminan en unas fibras ásperas, exactamente como las de una cola de caballo.
Dicen que es una planta tan primitiva como los dinosaurios, miles de siglos y horas lleva habitando este planeta. Crece en los humedales y suelos arcillosos de donde toma el silicio, un mineral muy importante para nuestro cuerpo, pues le da forma y fuerzas a diferentes estructuras de nuestro organismo como las uñas, el pelo. La cola de caballo rica en este mineral, por eso es usada para devolverle al pelo el brillo y la fuerza, y a nivel renal es drenador natural, que alivia en muchos casos la irritación que produce la acumulación de toxinas en nuestro cuerpo.
El arte de curar para nuestros ancestros giraba entorno a lo que la naturaleza le ofrecía. Hoy tenemos de nuevo esa mirada al mundo vegetal y mineral sin el cual la vida no sería posible. La naturaleza toma del suelo, de la luz y del agua elementos para convertirlos finalmente en energía, nosotros lo tomamos de esa fuente para nuestro bienestar.
Receta
Cortar los tallos de la cola de caballo en pequeños trozos y poner a hervir 1 cucharada de estos en un litro de agua por espacio de 5 minutos. Dejar reposar. Beber una taza, 3 veces al dia, durante 9 días.
También se utiliza para el pelo, le da suavidad, resistencia y brillo.
Precauciones
No utilizar altas dosis, ni usarlo durante mucho tiempo porque puede ocasionar trastornos digestivos como diarrea o nauseas. La mujeres embarazadas y los niños no deben consumirlo. Produce incremento en la micción.
*Luz Elena Salazar Q
Médica y cirujana Universidad CES
Celular: 3024437489
Medellin, Colombia.