Dos temas me ocupan hoy en esta columna con la elección de Trump: su conflicto de intereses con las asignaciones que hizo en su equipo de empalme y lo que sería su primer día de trabajo en la Casa Blanca.
Sobre lo primero, me parece muy raro (y hasta delicado) que el sistema gubernamental de Estados Unidos le haya permitido al mandatario electo nombrar como miembros del equipo de transición de poder de la Casa Blanca a tres de sus hijos: Ivanka, Donald Jr. y Eric (además de su yerno Jared Kushner, el estratega de comunicación y de las redes). Claro que si el presidente puede hacer política abiertamente tal como vimos a Obama con Hilary, esto no parecería extraño. En una situación similar a la de Trump, uno buscaría rodearse de gente de su más entera confianza, pero ¿por qué necesariamente la familia, que no tiene el voto sagrado de confidencialidad o experiencia en el manejo de información sensible como los congresistas Chris Collins, Tom Marino, Devin Nunes o la Fiscal General de la Florida Pam Bondi? Bueno… El presidente electo parece estar blindándose en este sentido, pidiendo un “fuero especial” para su familia.
Pero el conflicto de intereses no para ahí y en ese sentido no hay secretos. Más allá de ese “pecadillo”, nadie (ni electores ni opositores) pensó qué pasaría con su “juicio imparcial” en caso de que Trump llegara a la presidencia. Juicio imparcial que por cierto tiene, tratándose de un magnate, un enorme peso económico y corporativo.
Dicen informaciones de diferentes medios especializados, que localmente Trump posee hoteles en Chicago, Nueva York, Las Vegas, Waikiki y más recientemente en Washington DC, justo por la avenida Pennsylvania de la Casa Blanca. Al igual que con cualquier cadena hotelera, la Organización Trump supervisará la energía, el agua, el mantenimiento, la seguridad, la facturación y cualquier otra cantidad de detalles logísticos que afecten “el negocio”, y ahora se negociará entre los proveedores y la familia del presidente.
También está el portafolio de acciones del presidente electo. Trump tiene participaciones en la empresa de gasoductos Energy Transfer Partners, que ha sido objeto de protestas por su paso por territorios de indígenas nativos. Trump se ha comprometido a eliminar todos los impedimentos del oleoducto en sus primeros 100 días de mandato! ¿Juicio imparcial?
En el extranjero Trump tiene propiedades en Estambul, donde su elección fue recibida con beneplácito por el presidente Recep Tayyip Erdoğan, así como también en Mumbai, Vancouver y Seúl, entre muchos otros. O sea que los hijos de Trump, nuevos “directores” de su emporio, podrán llegar a cualquier parte del mundo donde vayan a negociar contratos de arrendamiento y/o construcción llevando como estandarte su apellido que “por feliz coincidencia” ¡es el mismo del presidente de la nación más poderos del mundo!
De lo poco que se conoce de sus registros financieros, el recién electo Presidente de los norteamerianos también parece ser accionista o beneficiario de varias entidades con sede en el extranjero, entre ellas Excel Venture LLC en las Antillas Francesas y Caribusiness Investments SRL, con sede en República Dominicana. Ambos son países reconocidos por su uso en finanzas extranjeras para evitar impuestos. Al respecto, Trump también prometió reducir la tasa de repatriación de efectivo a los Estados Unidos como incentivo para otros que, como él, mantienen fondos sujetos a impuestos en el extranjero. ¿Si ven por dónde va el agua al molino?
En Azerbaiyán, Trump tiene un proyecto inmobiliario que, según dijo, quedaría "en stand by" durante la campaña presidencial. Su compañero en este proyecto es Anar Mammadov, hijo del ministro de transporte iraní y quien fue acusado en documentos diplomáticos (lanzados por WikiLeaks en 2010) de lavado de dinero.
Aunque los nexos con Rusia aún no son totalmente claros, Trump ya declaró haber hablado con Putin para “mejorar la relación entre los dos países”. ¿Así? ¿De buenas a primeras? Por ahí algo hay.
Trump ha dicho que no pondrá sus negocios en un fideicomiso,
sino que sus hijos manejarán sus negocios con total transparencia
y sin dejarse influir por las acciones presidenciales
Lo más curioso es que Trump ha dicho que no pondrá sus negocios en un fideicomiso (como lo hicieron algunos expresidentes como por ejemplo Ronald Reagan), sino que sus hijos manejarán sus negocios con total transparencia y sin dejarse influir por las acciones presidenciales.
¿Cómo podrá garantizar todo esto? ¿Y la filtración de información sensible? ¿Y las relaciones bilaterales que le afecten positiva o negativamente sus dolaritos? Salvo que se nombrara un “comité tripartita” (un republicano, un demócrata y un independiente) con poderes supra-presidenciales para definir asuntos donde la organización Trump tenga intereses, la transparencia de ese gobierno tiene muchos y evidentes tintes oscuros.
Ahora, sobre el segundo tema, “el primer día de Trump en la oficina oval después de ser elegido presidente”, está circulando entre los analistas internacionales el siguiente texto que no sé de quién es, pero muestra puntos sobre los cuales hay sospechas y críticas profundas:
Primer briefing al Presidente de la CIA, Pentágono, FBI:
Trump.—Debemos destruir ISIS de inmediato. Sin demoras.
CIA.—No podemos hacer eso, señor. Los creamos junto con Turquía, Arabia Saudita, Qatar y otros.
Trump.—Los demócratas los crearon.
CIA.—Creamos ISIS, señor. Usted los necesita o bien perdería fondos del lobby de gas natural.
Trump.—Deje de financiar a Pakistán. Que la India se ocupe de ellos.
CIA.—No podemos hacer eso.
Trump.—¿Por qué no?
CIA.—La India eliminará Balochistan.
Trump.—No me importa.
CIA.—La India tendrá paz en Cachemira. Dejarán de comprar nuestras armas. Se convertirá en una superpotencia. Tenemos que financiar a Pakistán para mantener a la India ocupada en Cachemira.
Trump.—Pero tenemos que destruir a los talibanes.
CIA.—Señor, no podemos hacer eso. Hemos creado a los talibanes para mantener a raya a Rusia durante los años ochenta. Ahora están manteniendo a Pakistán ocupado y lejos de sus armas nucleares.
Trump.—Tenemos que destruir los regímenes de patrocinio del terror en Oriente Medio. Comencemos con los saudíes.
Pentágono.—Señor, no podemos hacer eso. Creamos esos regímenes porque queríamos su petróleo. No podemos tener democracia ahí, de lo contrario su gente conseguirá ese petróleo - y no podemos dejar que eso suceda.
Trump.—Entonces, vamos a invadir Irán.
Pentágono.—No podemos hacer eso tampoco, señor.
Trump.—¿Por qué no?
CIA.—Estamos hablando con ellos, señor.
Trump.—¿Qué? ¿Por qué?
CIA.—Si los atacamos, Rusia nos borrará como lo hicieron con nuestro amigo ISIS en Siria. Además necesitamos a Irán para mantener a Israel en jaque.
Trump: Entonces invadamos Irak nuevamente.
CIA.—Señor, nuestros amigos (ISIS) ya están ocupando 1/3 de Irak.
Trump.—¿Por qué no todo Irak?
CIA.—Necesitamos que el gobierno chiíta de Irak controle ISIS.
Trump.—Estoy prohibiendo a los musulmanes entrar en Estados Unidos.
FBI.—No podemos hacer eso.
Trump.—¿Por qué no?
FBI.—Entonces nuestra propia población perderá el miedo.
Trump.— Estoy deportando a todos los inmigrantes ilegales al sur de la frontera.
Patrulla fronteriza.—No puede hacer eso, señor.
Trump.—¿Por qué no?
Patrulla fronteriza.—Si se han ido, ¿quién construirá la pared?
Trump.—Estoy prohibiendo las visas H1B.
USCIS: No puede hacer eso.
Trump.—¿Por qué?
Jefe de personal.—Si lo hace, tendremos que externalizar las operaciones de la Casa Blanca a Bangalore. Que está en la India.
Trump (sudando profusamente).—¿Entonces qué diablos haré como presidente?
CIA.—¡Disfrutar de la Casa Blanca, señor! ¡¡¡Nosotros nos hacemos cargo del resto!!!
¿Será que con tanta cosa el nuevo presidente de los Estados Unidos voluntarioso, autoritario y particular soportará su período presidencial?
¡Hasta el próximo miércoles!