Debo admitir que, aunque cuento con un trabajo estable y tengo buenas condiciones laborales, cualquier oferta en la cual me ofrezcan un sueldo mayor siempre va a ser muy atractiva y más si ésta es en el exterior. Tengo la costumbre de ingresar a los buscadores de trabajo como El Empleo o Computrabajo, con el fin de ver si existen nuevas oportunidades para mí, destaco que si bien no estoy en búsqueda activa de trabajo, una mejor oferta no debería ser descartada.
Hace 15 días encontré en el portal de Computrabajo la oferta más tentadora que he visto desde que hago parte del mercado laboral: JBS, multinacional brasilera y que es el procesador número 1 de carne en el mundo, se encontraba en la búsqueda de profesionales, personal técnico y auxiliares para sus oficinas en los Estados Unidos y los salarios oscilaban entre los 3.000 y 6.000 dólares mensuales. Si bien, desconfié de esta forma de reclutamiento, apliqué para ver qué pasaba, pues si era verídica me estaba perdiendo de una gran oportunidad.
Al aplicar, recibí un correo en el cual me felicitaban por haber sido preseleccionada para participar en este proceso y en un documento adjunto me pedían enviar, escaneados, mi documento de identidad así como los diplomas y soportes de mis estudios. El correo era firmado por el Señor Denilson Molina, Executive Chairman de JBS.
Investigando al respecto, encontré cómo el Señor Denilson Molina, figura en la página oficial de la empresa, pero como CFO, razón por la cual decidí comunicarme con ellos y fueron enfáticos en que este tipo de convocatorias eran falsas, que esta no era la forma de reclutamiento por parte de JBS y el Señor Denilson Molina, no hablaba español y no había enviado ninguno de estos e-mails. Así mismo, el engaño era evidente debido a que los correos a los cuales debían enviarse los documentos tenían dominios falsos o de Gmail.
Con esto en mente, decidí llamar al Señor José Luis Garcia, quien figuraba como representante en Colombia de JBS, según los correos recibidos. Le pregunté sobre la convocatoria e interrogué sobre el lugar donde se encontraban las oficinas, su respuesta fue que, una vez recibidos mis documentos, ya me informaría en dónde estaban ubicados, pues por motivos de seguridad no las podía divulgar. A esto respondí que me había comunicado con JBS, que sabía, era una convocatoria falsa y no estaba de acuerdo con lo que él hacía, el Señor José Luis, entre gritos, palabras fuera de tono, donde me insultó a mí, y de paso a mi madre, me dijo que me estaba perdiendo la oportunidad de mi vida y sencillamente colgó.
Así, tuve una experiencia de 4 minutos en la cual la impotencia se apoderó de mí y no podría creer los alcances de tal persona. Solo una llamada bastó para reconfirmar la falsedad de esta convocatoria y por el lenguaje usado por el Señor José Luis García, si es que así se llama realmente, podemos estar tratando con un personaje más que peligroso.
La semana siguiente tuve la oportunidad de hablar con dos conocidos, quienes siguiendo la oportunidad de sus vidas, cayeron en esta trampa y alcanzaron a enviar sus documentos, llamamos a las autoridades estadounidenses en el país que confirmaron la falsedad de esta oferta laboral y por ello con plena seguridad de lo que estaba haciendo, llamé al Ministerio de Trabajo para poner la queja como lo indica su portal. Empero fue inútil, pues en su página no da la opción y sus agentes telefónicos no saben qué hacer frente al tema.
Por suerte, decidí investigar tal hecho y así no envié ningún documento. Pero qué pasa con los colombianos que, esperanzados ante una mejor oportunidad y guiados por todas las supuestas ventajas que esta oferta tiene, continúan el proceso?, a quién se debe recurrir cuando se han entregado todos los datos de identificación a un delincuente?. Considero que las autoridades colombianas deberían tener un mayor papel ante estas estafas que son cada vez más comunes y juegan con las expectativas de las personas.
Es pertinente que las autoridades tengan acción en estos asuntos y lleven estos temas a un nivel más alto de seguridad y así personas inescrupulosas como don José Luis dejarían de delinquir.
Me pregunto si el objetivo de esta convocatoria era robar identidades con los datos personales, hacer un recaudo en una siguiente etapa del proceso, o lo peor, engañar a quienes aplican, con la idea de llegar a trabajar en los Estados Unidos, pero en realidad hacer parte de una red internacional dedicada al tráfico de personas.